19 abril 2024
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Diccionario de usos y dudas del español actual

DUDEACuando Martínez de Sousa publicó la primera edición de su Diccionario de usos y dudas del español actual en el año 1996, la obra nos vino como agua de mayo a todos los que trabajábamos con la lengua española. Ahí encontramos respuesta a esas preguntas que no conseguíamos aclarar en otros lares, preguntas para las que no nos bastaban ni los conocimientos propios ni los del vecino, colega, amigo o profesor. Allí estaban las respuestas a las dudas sobre plurales inusuales, lexicalización de siglas, gentilicios desacostumbrados, grafías anglicadas y otras numerosas cuestiones con las que los doctores de la Academia tan solos nos habían dejado. Buscar en el drae palabras relativamente maduritas o con carta de ciudadanía juvenil era innecesario porque sabíamos que no las íbamos a encontrar. En el remoto caso de que las encontráramos, su plural o la admisibilidad de una forma alternativa seguían quedando en la sombra. En tales casos estábamos a la merced de nuestra oreja y nuestro sensato sentido de idioma para decidir si las usábamos o no. En aquellos momentos, para muchos de nosotros el dudea de Sousa y el diccionario de Seco juntos eran la Biblia, el antiguo y el nuevo testamento lexicográfico del español del siglo xx.

Trece años después tengo en las manos la cuarta edición, revisada y muy aumentada, de aquella obra de Sousa. El dudea del año 2008 sigue siendo fuente de satisfacción para cualquiera que necesite aclarar dudas concretas de léxico y morfología española, tanto por su contenido como por la presentación indudablemente bibliófila, manejable y de cómoda lectura del volumen.

Al traducir y al revisar, hasta al más avezado se le presentan dudas (y pobre del que crea saberlo todo). La lengua esta que usamos y con la que trabajamos es un ente vivo que crece y se muere como si fuera una uña. Si el reciente y esperado dpd (Diccionario panhispánico de dudas de la rae) es la tijerita que la va perfilando, cortando excrecencias y redondeando bordes, el dudea de Sousa le hace la manicura completa, colegas. Sin la menor duda, es un libro necesario para traductores y correctores, y una herramienta mucho más útil para los de nuestro oficio que la obra académica.

El dudea está estructurado de la forma siguiente:

  1. un prólogo de dos páginas;
  2. diez páginas en las que se presenta la estructuración de los contenidos;
  3. dos páginas de abreviaciones;
  4. 623 jugosísimas páginas de voces, giros y expresiones, de la a de a hasta la z de Zúrich. Símbolos, extranjerismos, locuciones adverbiales, adjetivos, sustantivos, verbos, gentilicios, topónimos… Todo lo que podemos encontrar en otros manuales de dudas, y mucho más. En total, más de diecisiete mil entradas.
  5. Cuatro páginas de bibliografía (que también se agradecen, puesto que, además de que las referencias siempre son necesarias, resulta saludable percatarse de que un autor reconoce que está en deuda con otros a los que menciona).

El dudea no solo resulta útil por tratarse de una compilación de términos difíciles, esa especie de «diccionario de voces olvidadas (o evitadas) por otros diccionarios» que tan necesario es en este idioma nuestro al que llegan constantemente nuevas voces y expresiones, sino porque es un libro que invita a sacar conclusiones. Además de ofrecernos la solución léxica a la palabra que buscamos y que no encontramos en los diccionarios usuales, este libro nos aportará una explicación razonada sobre por qué se sugiere o se rechaza un uso, con una aclaración sobre el plural e incluso con un apunte sobre su pronunciación. Con frecuencia, Sousa nos expondrá también la opinión que la Academia u otro gramático tiene sobre el término. Con toda esa información, el traductor puede decidir si lo escoge («aunque la Academia no lo recoja, hay razones de peso para aceptarlo») o lo rechaza.

El dudea, en fin, es un libro que invita a pensar y que nos hace ser más conscientes de nuestro idioma. Y además, resulta muy gratificante poder contar con una herramienta de peso que nos permite argumentar cuando el avezado de turno revisa nuestra traducción y afirma aquello tan curioso de «esta palabra no existe porque no está en el diccionario que yo tengo». El dudea de Sousa nos permite respaldar nuestras opciones léxicas con conocimiento y con seriedad.

Valoración:

útil
necesario
imprescindible

María Barbero
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María Barbero es germanista, traductora técnica y científica desde 1986, miembro del Consejo Editorial de La Linterna del Traductor y del Consejo Editorial de Panace@. Aficionada a la novela negra islandesa, tanto dura (Indriðason) como blanda (Sigurðardóttir), y a algunos escandinavos indispensables, como Adler Olsen, Sjöwall/Wahlöö, Mankell o Lars Kepler. Tampoco le hace ascos al género policiaco español ni al noir culinario de Camilleri.

María Barbero
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María Barbero es germanista, traductora técnica y científica desde 1986, miembro del Consejo Editorial de La Linterna del Traductor y del Consejo Editorial de Panace@. Aficionada a la novela negra islandesa, tanto dura (Indriðason) como blanda (Sigurðardóttir), y a algunos escandinavos indispensables, como Adler Olsen, Sjöwall/Wahlöö, Mankell o Lars Kepler. Tampoco le hace ascos al género policiaco español ni al noir culinario de Camilleri.

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