28 marzo 2024
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Estudiantes de hoy, profesionales de mañana: el programa de prácticas universitarias de Asetrad

El programa de prácticas universitarias de Asetrad comenzó en el curso académico 2011-2012 con el objetivo de acercar a los estudiantes universitarios al mercado de la traducción profesional por cuenta propia y de facilitarles todas las herramientas disponibles para comenzar su andadura como traductores autónomos. En este programa, el estudiante universitario de grado o posgrado no solo adquiere conocimientos puramente traductológicos, sino también todos aquellos relacionados con la práctica profesional. Cuenta para ello con la inestimable supervisión de un socio profesional de Asetrad, quien de manera voluntaria ejerce de tutor.

Presentación

El programa de prácticas universitarias de Asetrad nace en el curso 2011-2012 —año en que se firmó un primer convenio con la Universidad de Alcalá por invitación del máster en Comunicación Intercultural, Interpretación y Traducción en los Servicios Públicos— con la vocación de acercar a los alumnos universitarios de Traducción a la realidad profesional de los traductores autónomos. Mucho han cambiado las cosas desde aquella experiencia piloto en la que participaron tan solo tres tutoras y otros tantos alumnos; ahora contamos con doce tutoras, el doble de las que colaboraron con el programa el año pasado, y prevemos tutorizar a lo largo del curso 2014-2015 en torno a una veintena de alumnos, tanto de grado como de máster, de cuatro universidades españolas: la Universidad de Alcalá, la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad de Salamanca y la Universidad de Córdoba. Es decir, aquella primera experiencia de prueba, acompañada de la incertidumbre de si la iniciativa tendría éxito, se ha acabado convirtiendo en un programa consolidado y con visos de continuidad.

Lo que hace que el programa de prácticas de Asetrad sea único y distinto de las prácticas que suelen llevarse a cabo en empresas, muchas veces de sectores ajenos al mundo de la traducción, es que ofrece algo poco corriente y apenas implantado en las universidades españolas: la posibilidad de conocer de cerca el trabajo del traductor autónomo y de adquirir una formación útil, práctica y realista de mano de profesionales del sector para poder emprender con cierta seguridad la andadura como traductor independiente, que a fin de cuentas es la salida más común para los que desean dedicarse a nuestra actividad profesional. Por ello, durante las prácticas, los alumnos no reciben solo encargos de traducción, revisión, corrección, transcreación o transcripción, sino que también se les instruye en materias indisolublemente ligadas a la actividad de un traductor autónomo: aspectos administrativos, obligaciones fiscales, trato con el cliente, comercialización de sus servicios, etc. En definitiva, se intenta que las condiciones de trabajo de los alumnos y las tareas que llevan a cabo sean lo más parecidas posible a las de un traductor que trabaja por cuenta propia, no solo para que se familiaricen con nuestra realidad profesional, sino también para estimular y ejercitar las destrezas y la independencia que todo profesional autónomo necesita para llevar a cabo con éxito su trabajo. Somos conscientes de que los estudiantes de hoy serán los profesionales de mañana y queremos contribuir a que esos profesionales estén bien formados para poder enfrentarse al mercado laboral —un mercado laboral que nos afecta a todos— en las mejores condiciones.

Los entresijos

Las prácticas no se remuneran, por lo que no se establece ninguna relación contractual ni laboral entre el alumno y el tutor ni entre el alumno y Asetrad. No obstante, para recompensar su trabajo y esfuerzo, se bonifica a los estudiantes con dos inscripciones gratuitas a los seminarios web de la asociación. Además, las prácticas, que suelen tener una duración de entre 60 y 180 horas según la universidad, se llevan a cabo a distancia y en horario flexible, para equipararlas lo máximo posible al trabajo de un traductor autónomo. De hecho, los tutores son traductores autónomos miembros de la asociación, que han de reunir los siguientes requisitos:

  • El tutor ha de ser socio profesional con tres años de antigüedad en esa categoría de socio.
  • El tutor ha de tener un mínimo de cinco años de experiencia como traductor autónomo.
  • Los candidatos a tutores han de ser aprobados por sondeo por la junta directiva.

Las obligaciones de Asetrad como entidad colaboradora de prácticas se limitan a designar a un tutor profesional que supervise al alumno, además de encargarse del trabajo administrativo y de intermediación entre la universidad y el tutor. Este, además de las responsabilidades propias de su cargo (formar al alumno), ha de presentar al terminar el periodo de prácticas un informe o cuestionario de evaluación sobre estas que debe remitirse al tutor académico (el tutor designado por la universidad) para que pueda evaluar al alumno, que ha de presentar, por su parte, una memoria de las prácticas.

Los tutores no están solos en esta aventura. Por un lado, cuentan con el apoyo y la orientación de la vocalía de prácticas universitarias de Asetrad y, por otro lado, tienen a su disposición la guía de tutores profesionales de la asociación, redactada a partir de las dudas más frecuentes de los tutores anteriores. Además, para facilitar la comunicación entre las vocales de prácticas y las tutoras, y entre estas entre sí, cada curso académico se crea un grupo de Google específico donde las tutoras pueden plantear dudas, ideas, propuestas de mejora, etc.

Puesto que el programa de prácticas universitarias está encaminado a consolidar la formación de los estudiantes y acercarlos al mundo profesional real, los alumnos llevan a cabo las siguientes tareas, entre otras:

  • Traducción general y especializada de sus respectivos idiomas.
  • Revisión de traducciones.
  • Búsqueda de documentación y elaboración de glosarios.
  • Ejercicios de trato con el cliente: simulación de conversaciones, búsqueda de clientes, mantenimiento de la cartera, elaboración de presupuestos, imagen profesional, respuesta a ofertas de trabajo, redacción de currículos y cartas de presentación.
  • Trabajo administrativo: obligaciones y declaraciones fiscales, facturación, registro de trabajos y clientes.
  • El entorno del traductor profesional: asociaciones, listas y foros profesionales, portales y sitios web para traductores.

Algunos testimonios

Del éxito que nuestro programa de prácticas ha tenido hasta el momento dan fe las palabras de las tutoras y alumnas que han participado en él:

Conocí las prácticas universitarias de Asetrad a través de varias compañeras y me pareció muy interesante la posibilidad de transmitir los conocimientos acumulados a lo largo de 15 años como autónoma a quienes comienzan, puesto que yo no tuve esa oportunidad y aprendí un poco «a las bravas». Creo que quienes comienzan ahora su práctica profesional tienen a su disposición muchísima más información que quienes empezamos antes de internet o en sus inicios, pero cantidad no equivale a calidad y pueden sentirse igual de perdidos. Además, en esta profesión solitaria pero también solidaria, considero que trasmitir los valores en los que cree Asetrad a los recién llegados es muy importante, sobre todo ahora que las cosas están muy complicadas y podemos caer fácilmente en el desánimo o aceptar condiciones que probablemente nos pesen en el futuro. Explicarles cómo pueden establecer relaciones fructíferas con los clientes, la importancia de trabajar codo con codo con compañeros, qué nivel de exigencia deben tener en su trabajo para hacerse un hueco en el mercado que más puede interesarles, etc. no solo les ayudará a ellos, sino que nos beneficia a todos como profesión.

Por otra parte, conocer lo que se está haciendo actualmente en las facultades de Traducción e Interpretación, estar en contacto con traductores jóvenes, aprender de ellos y esforzarme por superar el reto que supone transmitir mis conocimientos y mi experiencia son factores que me enriquecen como persona y como profesional. He sido tutora de tres estudiantes de grado y actualmente tutorizo a otros dos y, en general, su interés y su entusiasmo han sido un gran aliciente. ¡Os lo recomiendo a todos!

Marta López de Eguílaz
Socia de Asetrad

Antes de saber que este convenio estaba en marcha intenté, por mi cuenta, ponerme en contacto con traductores autónomos y proponerles realizar mis prácticas universitarias con ellos. Sin embargo, al no existir un mediador o no tener experiencia en ese aspecto, no encontré traductores que se animaran a mostrarme el «mundillo». Gracias al tiempo y al esfuerzo que han dedicado tanto el personal de coordinación como mi tutora de prácticas, he podido conocer de primera mano en qué consiste el trabajo de traductor autónomo, pues las prácticas no solo consistieron en traducir, sino también en realizar un acercamiento al trabajo que precede al proceso mismo de traducción, a saber, creación de un perfil profesional, búsqueda de clientes y trato con ellos. Del mismo modo, estas prácticas también me han ayudado a asentar las bases adquiridas durante la carrera en cuanto a la facturación de proyectos o el uso de distintas herramientas de traducción. Dado el perfil laboral en el que se enmarca la traducción, en la mayoría de los casos de carácter autónomo, el hecho de realizar unas prácticas de este tipo guiadas por un profesional resulta un modo cercano y objetivo de comprender el funcionamiento de la profesión. Recomiendo absolutamente la realización de estas prácticas, tanto para los alumnos que se plantean la posibilidad de lanzarse al mundo del traductor freelance como para traductores profesionales que quieran animarse a colaborar en el proyecto, pues considero que es una experiencia muy enriquecedora.

Beatriz García Rubio
Alumna de la Universidad de Córdoba

Decidí participar en el programa de prácticas de Asetrad porque me resultó muy novedoso. Cubre un nicho importante e interesante para los alumnos de Traducción e Interpretación. Hay prácticas en agencias y empresas, pero no había unas prácticas para traductores autónomos.

Cuando me establecí como autónoma, me sentí perdida en muchos aspectos que la actividad implica. Hubiera agradecido enormemente tener un guía que me aportara su experiencia o que me orientara.

Creo firmemente en la colaboración entre compañeros y en los múltiples beneficios de ayudarnos entre nosotros, en dar y recibir, y este fue uno de los motivos de peso.

Otro de los motivos fue mantenerme cerca del mundo universitario, para tener esa visión fresca de la profesión, de los temas que se imparten en las facultades, por saber cómo se está distribuyendo el plan de estudios, qué inquietudes tienen los recién egresados, etc. Es un modo de tener un nexo con la universidad y no desligarme de él.

La experiencia me resultó sumamente grata. ¡Tanto, que he repetido! Y animo a otros tutores a que se enrolen en el programa de prácticas por lo que egoístamente se recibe de los alumnos: esa visión fresca de la profesión, conocer cómo usan las nuevas tecnologías, etc. También por la satisfacción de ver la evolución del alumno; de cómo va mejorando y progresando. Es fantástico.

Cristina Rivela
Socia de Asetrad

Como estudiantes de cuarto curso de Traducción e Interpretación en la Universidad Autónoma de Madrid, a mis compañeros y a mí nos ofrecieron la posibilidad de realizar unas prácticas de traducción con un miembro de Asetrad. Decidí solicitar las prácticas sin pensarlo dos veces. Sabía que no existían otro tipo de prácticas con las que se pudiera experimentar de primera mano el mercado privado de la traducción; un mercado al que mis compañeros y yo nos íbamos a enfrentar en pocos meses.

Tuve la suerte de que me escogieron a mí para trabajar junto a una magnífica traductora de Asetrad. Con ella, realicé todo tipo de traducciones, así como glosarios, revisiones, preparación de cartas de presentación, currículos, etc. Igualmente, me enseñó a lidiar con diferentes clientes y con dificultades relacionadas con plazos o tarifas. Esta experiencia fue muy enriquecedora porque, si no se sabe cómo reaccionar ante este tipo de complicaciones, las dificultades que son comunes para los profesionales pueden resultar un quebradero de cabeza para los traductores en ciernes.

En conclusión, mi opinión sobre las prácticas es muy positiva; me resultaron de gran utilidad porque permiten tener una visión real del trabajo del traductor autónomo. Asimismo, la variedad de tareas fue esencial, puesto que unas prácticas que solo permitan coger más soltura en la traducción no servirían de mucho si no enseñaran cómo tratar con clientes, hacer facturas y darse de alta como autónomo. Por último, me gustaría aprovechar para volver a dar las gracias a mi tutora por su tiempo y su dedicación.

Carmela Blanco
Alumna de la Universidad Autónoma de Madrid

Para mí, el programa de prácticas universitarias de Asetrad representa la oportunidad que a todos los que nos dedicamos a la traducción nos hubiera gustado tener cuando empezamos: la posibilidad de contar con alguien con más experiencia a quien poder preguntar todas esas dudas inevitables. Asimismo, también considero que resulta enriquecedor para los tutores, ya que los alumnos aportan una visión nueva y manejan herramientas a las que no siempre estamos habituados. Gracias al empeño y dedicación de la Junta y al mimo con el que tratan este programa, todos salimos ganando.

Aída Ramos
Socia de Asetrad

Mi decisión de colaborar con el programa de prácticas de Asetrad se debe fundamentalmente a dos motivos. Por un lado, quería corresponder, aunque de forma indirecta, a todas las personas más expertas que yo a las que acribillaba a preguntas mientras empezaba mi andadura profesional y que me ayudaron muchísimo (y lo siguen haciendo en muchas ocasiones). Por el otro, lo veía como una forma de seguir haciendo algo que ya hacía con frecuencia, cada vez que algún conocido recién licenciado o aún estudiante se ponía en contacto conmigo para pedirme consejo sobre cómo empezar en la profesión: las prácticas de Asetrad me parecieron perfectas para echar una mano a futuros compañeros de forma más continuada y organizada.

La experiencia ha sido bastante intensa en cuanto al tiempo dedicado, pero sin duda ha merecido la pena. Responder a las dudas de las dos estudiantes me ha llevado a reflexionar sobre lo que he aprendido a lo largo de mi trayectoria, sobre mi forma de trabajar, sobre mis puntos fuertes y débiles… y un larguísimo etcétera. Con mi labor de tutora, he recordado lo perdido que se suele estar al iniciar la actividad profesional y lo importante que es tener a alguien que nos oriente. Con estas prácticas, Asetrad ayuda de forma muy concreta a que los recién licenciados se abran paso en el mercado con más información y más instrumentos a su disposición, lo cual resulta positivo para todo el gremio. Personalmente, estoy encantada de haber puesto mi granito de arena y animo a todos los socios a que prueben esta experiencia tan gratificante.

Ana Gárate
Socia de Asetrad

Agradecimientos

El programa de prácticas universitarias de Asetrad se consolida cada curso académico gracias al esfuerzo de todos aquellos socios que, de manera altruista, dedican su tiempo y su esfuerzo a este proyecto formativo. A todos ellos, gracias.

Isabel García Cutillas
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Me licencié en Traducción e Interpretación por la Universidad de Alicante (con Premio Extraordinario de Licenciatura) en 2006. Desde ese mismo año soy socia de Asetrad y trabajo como traductora autónoma de alemán, inglés y catalán a español especializada en textos técnicos, financieros, cosmética y arte.

María Galán
María Galán
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María es licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Autónoma de Madrid y cursó el Máster Universitario en Comunicación Intercultural, Interpretación y Traducción en los Servicios Públicos de la Universidad de Alcalá. Traductora-intérprete jurada de inglés, trabaja por cuenta propia para diferentes empresas y organismos públicos.

Defensora acérrima del asociacionismo y asetradera hasta la médula, como ella misma se define, María entró a formar parte de la Junta Directiva de Asetrad en 2013 y, tras pasar por la Vocalía de Formación y la Vocalía de Prácticas Universitarias, ocupa actualmente el cargo de presidenta de Asetrad y de representante de la asociación ante la Oficina de Interpretación de Lenguas, el Ayuntamiento de Madrid, la Federación Internacional de Traductores (FIT) y la Red Vértice.

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