4 octubre 2024
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Un, dos, tres… ¡Zoom! O cómo adaptarse a la interpretación remota

¿Cómo ha revolucionado Zoom la interpretación remota? Los autores te lo cuentan en este artículo. Desde una breve introducción de lo que ha supuesto esta herramienta para la dinámica de trabajo de los intérpretes, hasta cuáles son sus pros y sus contras, pasando por algunas de las peculiaridades de manejo de la plataforma. También se hace un recorrido por la importancia que tiene dominar Zoom como herramienta de trabajo para así prestar un servicio más correcto y completo al cliente. Basado en las experiencias personales de los autores y en la formación especializada en Zoom de una de las autoras, este artículo pretende hacer un barrido general de cómo podemos utilizar Zoom dentro de la ISR en el panorama pandémico actual.

Este artículo pretende hacer un barrido general de cómo podemos utilizar Zoom dentro de la ISR en el panorama pandémico actual.

Introducción

El advenimiento en el año 2020 de la pandemia de la covid-19 parece haber marcado el despegue de la interpretación simultánea remota (ISR), a pesar de que, en realidad, se trata más bien del fenómeno que ha empujado a esta variedad a dar un salto cuantitativo y, en términos de las herramientas utilizadas, también cualitativo. La referencia inicial al trabajo en condiciones remotas es posible encontrarla en el ámbito de la interpretación telefónica y en su evolución posterior hacia el entorno de la videoconferencia. No obstante, en el momento actual, cuando se utiliza este término para los profesionales de la interpretación y los organizadores de reuniones, se hace referencia a la integración de diversos canales de sonido e imagen en una plataforma adaptada a la prestación de servicios de interpretación simultánea sin la presencia física de los intérpretes ni en el lugar real de enunciación de un discurso, ni en el que se situarían sus destinatarios. Este tipo de plataforma puede ser un sistema de interpretación simultánea remota creado específicamente para ello o una plataforma híbrida que cuente con una opción de interpretación simultánea. Este es el caso de Zoom, el programa de videoconferencia más popular del momento.

La interpretación de conferencias ha sido la modalidad que más tardíamente ha aprovechado el entorno remoto

Un aspecto llamativo es que podría decirse que la interpretación de conferencias (en su acepción clásica de la prestación de servicios de simultánea en el entorno de conferencias internacionales) ha sido la modalidad que más tardíamente ha aprovechado el entorno remoto, a pesar de que se prestaban servicios de interpretación en entornos de mediación y comerciales de manera no presencial desde hace tiempo. Esta demora se debe a las limitaciones técnicas que impiden practicar simultánea con un solo canal de audio, así como a la resistencia opuesta por organizadores y, sobre todo, por los propios intérpretes, que no consideraban que el entorno remoto ofreciese los niveles de calidad de sonido y recepción necesarios para la realización de su labor con garantías.

Dificultades de la mecánica de la interpretación remota

En el caso de Zoom, es esencial que el moderador conozca el funcionamiento de la función de interpretación y esté disponible para ayudar a los intérpretes a solventar los problemas que se presenten.

Tras nuestra experiencia con diversas plataformas de interpretación remota constatamos que, como ya se citaba en relación con conversaciones telefónicas interpretadas (Oviatt y Cohen, 1992; Wadensjö, 1999), los intérpretes dedican un esfuerzo nada desdeñable en algunos momentos de las conferencias a coordinar la comunicación, algo que puede evitarse con la presencia de un moderador que haya sabido adaptar sus funciones al entorno remoto. Cualquier proceso de adaptación acaba por salvar un cierto número de dificultades, y es de prever que se profesionalice la labor del moderador y que, si bien no alcance a la totalidad de las conferencias, vuelva a requerirse la presencia de personal asistencial que garantice la calidad del servicio en su vertiente técnica. En el caso de Zoom en concreto, es esencial que el moderador conozca el funcionamiento de la función de interpretación y esté disponible para ayudar a los intérpretes a solventar los problemas que se presenten. En muchos casos, es un miembro del equipo del organizador el que hace las veces de moderador, lo que implica que no puede dedicar toda su atención a ninguna de las dos tareas.

Escritorio de intérprete

Es necesario también hacer referencia a la diversidad de coyunturas en que se están prestando hoy en día (2020-2021) los servicios de ISR. No solo los autores, sino también otros profesionales con los que se han realizado consultas personales han experimentado tanto la interpretación desde el domicilio con oradores que no compartían espacio ni ubicación geográfica como servicios en los que los oradores sí actuaban desde un mismo lugar (con calidad de sonido controlada por equipo técnico), aunque ellos trabajasen desde casa. Incluso han experimentado entornos semipresenciales, en los que los intérpretes se desplazaron a una ubicación provista de equipos de interpretación tradicionales desde la que hablaron algunos de los oradores del programa, mientras otros estaban en su domicilio o entornos remotos y participaban en debates con los oradores que sí estaban próximos a los intérpretes. Tal diversidad genera también diferencias en cuanto a la percepción del servicio por parte del profesional: un entorno semipresencial en el que se cuenta con personal técnico y equipos de sonido de calidad apenas influye en la tensión que el intérprete sí experimenta cuando depende de equipos y conexión propia, y de una calidad de sonido impredecible.

El intérprete tiene que aprender a usar las distintas funciones de cada plataforma además de ocuparse de su función principal: interpretar.

También es necesario tener en cuenta la variedad de características de las distintas plataformas disponibles actualmente en el mercado, así como su configuración. Ello dificulta la labor del intérprete, que tiene que aprender a usar las distintas funciones de cada plataforma además de ocuparse de su función principal: interpretar. Entre todas estas plataformas, destaca Zoom por ser un caso especial: la única plataforma que no es específica de ISR pero ofrece la posibilidad de interpretar en simultánea.

Zoom y sus funcionalidades

Lo que diferencia a Zoom de otros programas de videoconferencia es que cuenta con la posibilidad de configurar distintos canales de audio que permiten proporcionar interpretación simultánea hasta un máximo de trece idiomas (ocho predefinidos y cinco personalizables) mientras que, con otros programas, solo es posible hacer interpretación consecutiva o bien usar otras soluciones caseras para poder escuchar en una instancia e interpretar en otra. Al mismo tiempo, Zoom no es una plataforma de ISR y lo que la diferencia de estas es que no cuenta con un entorno de cabina virtual completo; es decir, el intérprete no puede oír a su compañero de cabina, no dispone de ninguna opción que facilite los cambios de turno y tampoco cuenta con opción de chat privado para que los intérpretes de la misma cabina se puedan comunicar sin interferir en la conferencia. A esto se añaden los otros problemas comunes a toda la interpretación remota: baja calidad de sonido debida a conexiones con ancho de banda limitado o por el uso de micrófonos de baja calidad, mayor carga cognitiva sobre el intérprete –que tiene que prestar atención a otros factores externos a la interpretación– y que la moderación del evento acuse la no presencialidad y sea deficiente, dando lugar a que varias personas hablen a la vez o se dejen el micrófono encendido; esto redunda en la acumulación de ruido de fondo, factor que dificultará la interpretación aún más.

Aunque Zoom debe su éxito en parte a que es una herramienta fácil de usar y económica, también es cierto que cuenta con unas funcionalidades muy extensas y, por eso, cuanto mejor conozcamos sus entresijos, mejor podremos hacer nuestro trabajo y aconsejar al cliente cuál es la mejor forma de proceder. Por ejemplo, es necesario conocer las diferencias entre el modo reunión y el modo seminario web y las distintas maneras de configurar este último, entre las cuales está la posibilidad de imponer la necesidad de registrarse para acceder. De lo contrario, podemos vernos en situaciones difíciles debido al desconocimiento del organizador.

En el caso de los intérpretes, ¿es mejor mantener la cámara encendida o apagada? Los autores de este artículo creemos que este planteamiento es una cuestión principalmente generacional.

Para terminar con este apartado, creemos oportuno lanzar una pregunta que, seguramente, muchos profesionales de la interpretación se estén planteando en estos momentos: en el caso de los intérpretes, ¿es mejor mantener la cámara encendida o apagada? Los autores de este artículo creemos que este planteamiento es una cuestión principalmente generacional: mientras los más veteranos tienen claro que el intérprete debe ser totalmente invisible y que, por lo tanto, debería interpretar con la cámara apagada, otros intérpretes más noveles (y no tan noveles) no comparten ese punto de vista. Como conclusión preliminar podría plantearse lo siguiente: además del factor generacional influye el contexto en el que tiene lugar la interpretación, ya que, por ejemplo, en una interpretación de conferencias el hecho de que el intérprete mantenga la cámara apagada influye positivamente en la agilidad de la reunión y evita distracciones por parte de los oyentes. No obstante, si se trata de un entorno más privado y más íntimo, como puede ser el entorno de la interpretación para los servicios públicos, entendemos que las personas que necesitan la interpretación se sientan más cómodas si pueden ver la cara del intérprete. Además, es posible que sea obligatorio por cuestiones jurídicas.

Los tres tipos de usuarios participantes en conferencias por Zoom

El anfitrión es la única figura que puede incorporar o eliminar manualmente intérpretes en la reunión o seminario web, y el único que puede iniciar o detener el funcionamiento de la interpretación.

En una reunión o seminario web Zoom con interpretación pueden coexistir tres tipos de usuarios o roles, que tienen acceso a funciones distintas: el anfitrión (u hospedador), los participantes o panelistas y los intérpretes. El anfitrión es la única figura que puede incorporar o eliminar manualmente intérpretes en la reunión o seminario web, y el único que puede iniciar o detener el funcionamiento de la interpretación. También puede añadir intérpretes, aunque la reunión ya haya comenzado, gracias al botón Actualizar. Además, para que funcione la interpretación, el anfitrión debe haber descargado la aplicación Zoom para escritorio en su ordenador y contar con la versión más reciente. Puesto que es posible incorporar un coanfitrión, es importante resaltar que esta figura no tendrá acceso a la función de interpretación en Zoom.

Para poder oír a su compañero mientras este interpreta, los intérpretes tendrán que establecer otra forma de comunicación externa (por ejemplo, mediante videollamada de WhatsApp).

Mientras que el usuario que participa en una conferencia Zoom como oyente puede seguirla a través de la aplicación en formato web, en el caso de los intérpretes es necesario que hayan descargado la aplicación de Zoom para escritorio y haber iniciado sesión en ella para que se les pueda asignar un canal. Una vez que han accedido a su canal, solo podrán oír el audio original. Esto significa que no podrán oír a su compañero ni tampoco la interpretación en ninguna otra combinación de idiomas. Para poder oír a su compañero mientras este interpreta, los intérpretes tendrán que establecer otra forma de comunicación externa (por ejemplo, mediante videollamada de WhatsApp) que les permita hacer el cambio de turno correctamente y, si fuera necesario, interpretar por relé. Esta solución (en absoluto óptima) obliga al intérprete a iniciar una nueva sesión como participante en otro dispositivo (por ejemplo, un teléfono móvil o tableta) desde otra cuenta, desde la que podrá seleccionar el canal que desee. Esta configuración de inicio de sesiones distintas en dispositivos diferentes plantea la dificultad de prestar atención a dos fuentes de sonido, lo que obliga al intérprete a usar dos pares de auriculares o un «mezclador de audio». Curiosamente, un usuario intérprete también puede ejercer de anfitrión en la misma sesión. No obstante, tal y como hemos expuesto anteriormente, no es una configuración adecuada porque el intérprete debe ya lidiar con un exceso de carga cognitiva con la interpretación y las tareas adicionales derivadas del trabajo remoto. Es entonces del todo aconsejable contar con una persona dedicada exclusivamente al rol de anfitrión.

La facilidad que presenta Zoom en el uso plano como herramienta de videoconferencia desaparece en el momento que los usuarios deben elegir canal.

Los participantes solo tienen que elegir el canal que deseen escuchar y solo podrán oír al intérprete si entran en el canal correspondiente y, por lo que hemos observado, la facilidad que presenta Zoom en el uso plano como herramienta de videoconferencia desaparece en el momento que los usuarios deben elegir canal. Hemos podido observar que el anfitrión debía siempre dedicar unos minutos a indicar a los asistentes la vía por la cual podían acceder a los canales de interpretación.

Gestión del servicio y trato con el cliente en interpretación remota; cómo se crea un perfil en Zoom

En conversaciones informales entre intérpretes se han percibido ya intentos de rebajar la remuneración de los servicios por parte de los clientes bajo pretextos que podrían resultar anecdóticos.

En conversaciones informales entre intérpretes se han percibido ya intentos de rebajar la remuneración de los servicios por parte de los clientes bajo pretextos que podrían resultar anecdóticos (y que merecerían ser objeto de un estudio de tipo antropológico que no tendría lugar aquí) si no fuera por lo espurio de su naturaleza. Se ha argumentado que, al no tener que desplazarse el intérprete para el desarrollo de su trabajo, estaría «más cómodo», y que eso debería dar lugar a una rebaja. El planteamiento opuesto podría ser este: el intérprete no va a disfrutar nunca con la IR de la percepción del entorno comunicativo de que disfruta en condiciones presenciales y que, a todas luces, facilita su labor y, además, va a aportar una serie de medios de producción propios cuyo coste supondrá un ahorro para el cliente. Es este un aspecto que no suele formularse como elemento que debiera encarecer el servicio. Por ejemplo, la no presencialidad y ausencia de una figura técnica ocupada de la calidad del sonido impide, en la mayoría de los casos, que el intérprete pueda negarse a seguir interpretando a oradores que obvian que lo que es viable en reuniones monolingües (utilizar el micrófono de, por ejemplo, un ordenador portátil) no lo es en absoluto en reuniones interpretadas (en las que llegan incluso a quejarse del sonido participantes que comparten lengua materna con el orador).

Debe también apuntarse que la disponibilidad de infraestructura digital, la calidad de los equipos a los que se pueda recurrir y la manera en que estos dos aspectos influyen en las condiciones de trabajo del intérprete van a influir en su actitud hacia la interpretación remota (Braun, 2015: 5). Esta cuestión ha sido solventada en algunas regiones a través de la provisión de los llamados hubs: unos espacios dotados de internet de alta velocidad (normalmente abastecida por fibra), cabinas físicas para la ubicación de intérpretes de distintas combinaciones de lenguas, medios de vídeo de alta calidad y personal técnico con funciones similares a las que desempeñarían en conferencias presenciales, pero con la incorporación del elemento digital. En este sentido, cabe añadir la importancia de conocer muy bien la herramienta digital con la que se trabaja. De esta manera, el intérprete puede orientar al cliente y ayudarle si en algún momento no sabe cómo organizar una reunión con los hubs para la interpretación. Este conocimiento del manejo de la herramienta también forma parte del trato con el cliente, puesto que en su conjunto construye una mejor relación con los usuarios. Para ello, lo primero y más importante que debemos hacer es crear una cuenta, sea con la plataforma que sea, para poder acceder a todos los servicios que esta ofrece. Veamos cómo podemos crear un perfil en Zoom.

Por un lado, podemos descargar la aplicación (https://zoom.us/download) y crear una cuenta de la misma plataforma, pero también podemos hacerlo desde su página web https://zoom.us/, todo de forma gratuita.

Por otro lado, una vez está nuestra dirección de correo electrónico enlazada con nuestra cuenta de Zoom, si queremos acceder a la reunión como intérprete deberíamos tener en cuenta los pasos que se detallan a continuación.

En el icono de Configuración existe la posibilidad de ajustar el audioy asegurarnos de que la opción Ajustar automáticamente el volumen está desactivada. Es posible ajustarla manualmente:

  • En las opciones avanzadas deberíamos asegurarnos de que la casilla Mostrar en la reunión la opción Activar sonido original del micrófono está marcada.
  • También es importante comprobar que la opción Suprimir ruido de fondo aparece configurada en Automático.

Con estos simples y sencillos pasos deberíamos poder disfrutar de la interpretación en Zoom sin ninguna dificultad técnica (o, al menos, sin dificultades que esté en manos del intérprete prevenir). Os dejamos unas capturas de pantalla con los pasos que se deben seguir.

Ventana de configuración de Zoom
Ventana de configuración de Zoom

Deberíamos informar al cliente de los tipos de cuentas que ofrece Zoom: no todas las cuentas ofrecen la posibilidad de establecer cabinas para la interpretación simultánea.

Por último, deberíamos informar al cliente de los tipos de cuentas que ofrece Zoom: no todas las cuentas ofrecen la posibilidad de establecer cabinas para la interpretación simultánea.

¡Ah! No nos podemos olvidar de cambiar nuestro nombre por [Lengua_Intérprete] para que el cliente nos identifique.

Ventajas e inconvenientes de la interpretación remota

El panorama general de la interpretación remota podría describirse de la siguiente manera.

Desde el punto de vista del organizador de una conferencia, hemos mencionado ya una serie de ahorros (no siempre justificables) que se obtienen al contratar servicios de interpretación remota: eliminación de gastos de transporte y dietas de intérpretes y personal técnico, de alquiler de equipos y espacios, etc. Debe también mencionarse la expansión exponencial de la disponibilidad de intérpretes en combinaciones (y especialidades) diversas: en temporada alta, un intérprete con una combinación poco habitual podrá incluir en su calendario servicios que, si se realizasen en puntos distantes, no podrían prestarse debido a, por ejemplo, el tiempo empleado en desplazamientos. Asimismo, es más fácil contar con la disponibilidad de un intérprete con un determinado perfil cuando surge una necesidad de última hora.

Un servicio en el que se interpreta de forma remota exige, en estos momentos de cambio tecnológico constante, que el intérprete multiplique sus contactos con el organizador.

Como inconveniente podría plantearse la cuestión de la efectividad de la comunicación. Un servicio en el que se interpreta de forma remota exige, en estos momentos de cambio tecnológico constante, que el intérprete multiplique sus contactos con el organizador: es necesario asegurarse de que conozca los problemas que la ISR plantea para el intérprete; que sepa que debe configurar unos canales que, en ocasiones, generan problemas; que el equipo organizador sea consciente de que debe instruir a los participantes en cuanto a lo que pueden o no esperar de una reunión en condiciones remotas, etc. Eso supone para el intérprete participar con mayor implicación en cuestiones organizativas que cuando trabaja en reuniones presenciales. Un fenómeno que hemos podido observar a través de nuestra participación en reuniones remotas ha sido el del nivel de satisfacción (o ausencia de ella) de los organizadores de eventos con las reuniones remotas. Al participar como un miembro más del equipo, el intérprete tiene oportunidad de asistir a las conversaciones «entre bambalinas» del equipo, y no es raro que escuche comentarios del tipo: «Fulano no ha presentado la documentación a tiempo y va a ser hoy cuando se entere de lo que tiene encima, lástima no haberlo pillado en persona» o «Creo que Zutano no ha captado lo que teníamos que hacer hoy, me ha costado un montón llevarlo por donde queríamos». En suma, parece claro que las reuniones en remoto no facilitan al organizador dejar atada de forma definitiva la transmisión de información por lo que, aunque la interpretación remota parezca haber llegado para quedarse, eso no parece que vaya a suponer en absoluto el fin de las reuniones presenciales complementadas con servicios de interpretación.

Aunque la interpretación remota parezca haber llegado para quedarse, eso no parece que vaya a suponer en absoluto el fin de las reuniones presenciales complementadas con servicios de interpretación.

Se podría pensar que, desde la perspectiva del intérprete, es más conveniente trabajar desde casa en lugar de acudir de un lado a otro para cubrir servicios. Sin embargo, muchos intérpretes suelen afirmar que uno de los atractivos de su trabajo es no ya la relación con personas de distintos países y culturas, sino el propio contacto con el nuevo entorno que una conferencia celebrada en una ciudad o país distinto ofrece. Es cierto también que los intérpretes que dedican un porcentaje elevado de su tiempo de trabajo a la interpretación (y no a otras tareas) valoran el contacto con los colegas como «compañeros de trabajo» habituales. De hecho, es frecuente encontrar equipos informales de intérpretes que intentan coincidir de manera asidua en los servicios que cubren.

Zoom no ofrece la posibilidad de oír a nuestro concabino o concabina en pleno desarrollo del trabajo de interpretación simultánea.

En cuanto a Zoom, en realidad, podríamos aplicar todo lo referido en este apartado: es imprescindible conocer a fondo la interfaz con la que trabajamos para evitar imprevistos justo antes de interpretar. No obstante, y para desgracia del intérprete, como ya mencionábamos antes, uno de los mayores inconvenientes que plantea Zoom es que no ofrece la posibilidad de oír a nuestro concabino o concabina en pleno desarrollo del trabajo de interpretación simultánea. En este sentido, los intérpretes hemos tenido que adaptarnos y buscar otros métodos para no perder esa conexión, tan importante, con nuestro compañero o compañera de cabina. Por ejemplo, uno de los recursos más caseros son las ya famosas videollamadas de WhatsApp mientras interpretas, es decir, realizar una videollamada externa a la conferencia con, por ejemplo, el teléfono móvil y otro juego de auriculares para poder escuchar al otro intérprete y saber cuándo es nuestro turno.

Por otro lado, Zoom presenta numerosas ventajas: permite usar hasta ocho lenguas predefinidas (chino, japonés, alemán, francés, ruso, portugués, español y coreano) más otras cinco personalizables; es muy visual, lo que ayuda al cliente a entender cómo tiene que elegir los idiomas o cambiar de canal; para llevar a cabo tareas de interpretación es económicamente más asequible y, además, es de fácil manejo para el intérprete y este solo tiene que preocuparse de estar conectado al canal correcto.

A manera de comparación con otras herramientas, la sencillez de Zoom brinda a los intérpretes la posibilidad de centrarse exclusivamente en la sesión, siempre y cuando no tengan que tomar sonido para hacer relé.

Para terminar, a manera de comparación con otras herramientas, la sencillez de Zoom brinda a los intérpretes la posibilidad de centrarse exclusivamente en la sesión, siempre y cuando no tengan que tomar sonido para hacer relé. Y, para muestra, un botón: con la interfaz de una aplicación para interpretación como KUDO es también posible realizar interpretación simultánea, pero en comparación con Zoom debe lidiarse con un funcionamiento mucho más enredado; son los mismos intérpretes quienes deben asegurarse de que los clientes estén en el canal adecuado, además de coordinarse con los compañeros de cabina a través del botón Boothmate handover. Para rizar más el rizo, no es una función que se activa automáticamente, sino que la transferencia del «micrófono» debe ser aceptada por el otro intérprete, que deberá, además, esperar unos 20 segundos para entrar. A fin de cuentas, es primordial el diseño de la plataforma. Otras herramientas como Interprefy son intuitivas a la hora de facilitar el cambio de turno y, lo que es más importante, están configuradas para contar con un técnico presente a lo largo del servicio. El intérprete cuenta así con la tranquilidad de que no recaiga sobre él solucionar cualquier problema de sonido que se produzca, pudiendo centrarse en la interpretación.

La simplicidad de la herramienta Zoom acaba siendo una ventaja en la ISR, por encima de todo, para el cliente, pero también puede ser muy útil para los intérpretes si sabemos cómo manejarla al dedillo.

En definitiva, la simplicidad de la herramienta Zoom acaba siendo una ventaja en la ISR, por encima de todo, para el cliente, pero también puede ser muy útil para los intérpretes si sabemos cómo manejarla al dedillo.

Conclusiones

Ni entre los profesionales ni entre los investigadores es posible aún llegar a un consenso sobre si existe un determinado nivel de calidad al que se pudiera aspirar en interpretación remota, y siempre quedará la dificultad de comparar entornos de realización de los servicios (interpretación semipresencial frente a trabajo en el entorno doméstico, diversidad en el número de participantes en la conferencia, etc.) e incluso distintas plataformas de ISR. Autores como Moser-Mercer (2005) y Mouzourakis (2006) comentan que la «no presencia» será probablemente el elemento común de los problemas que se asocien a la interpretación remota. En ese sentido, es probable que sea más difícil el proceso de adaptación al trabajo habitual con aplicaciones de ISR para los intérpretes que hayan practicado un número considerable de años de carrera profesional realizando interpretación presencial. Se plantea así una oportunidad nada despreciable en cuanto a formación de intérpretes que partan ya con conocimiento de las condiciones que afrontarán al realizar ISR.

En lo que respecta al intérprete, los resultados de la experimentación en interpretación (en sus diversas modalidades y entornos) acumulados hasta el momento coinciden siempre en una conclusión: mantener la calidad de la producción mientras se afrontan las muchas dificultades que pueden sumarse (miedo a fallos en el sistema, calidad de sonido deficiente e irregular, diversidad de estímulos en una pantalla compartida por varios oradores, etc.) pasa factura en forma de agotamiento tras la finalización del servicio (Roziner y Shlesinger, 2010). Es una justificación que podrá siempre usar el intérprete ante cualquier argumento que pretenda rebajar su remuneración.

La percepción que tenemos de la voluntad de los organizadores y participantes es que se desea volver a las reuniones presenciales.

Por lo percibido en la relación con clientes y organizadores de reuniones, podríamos aventurarnos a apuntar que, una vez sea posible reunir de nuevo grandes números de personas en encuentros internacionales, es más que probable que la interpretación simultánea realizada en condiciones tradicionales vuelva a ocupar un porcentaje elevado del mercado. La percepción que tenemos de la voluntad de los organizadores y participantes es que se desea volver a las reuniones presenciales. Para cierto tipo de reuniones (conferencias de gestión, presentaciones de resultados, etc.) es muy probable que prevalezcan los servicios en remoto por la dinámica propia de estas reuniones y la agilidad que ofrece la ISR a la hora de solucionar cuestiones puntuales sobrevenidas a los organizadores; pero también es cierto que existen aspectos que los intervinientes en una reunión o conferencia solo se atreven a abordar de manera presencial. Al mismo tiempo, creemos que la interpretación remota ofrece nuevas oportunidades que simplemente no existían antes: reuniones con un número pequeño de participantes de distintas zonas del mundo para las que antes no se habría planteado usar interpretación y ahora está disponible al alcance de un botón.

Bibliografía

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Otros recursos

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Kaufman, K. Interpreters Reveal: how to run an online conference [vídeo en línea], 2020. [fecha de consulta: 22-02-2021].

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Techforwords. Getting the right-mix minicourse. [fecha de consulta: 20-04-2021].

Aida Ferrer
Aida Ferrer Aguilar
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Es graduada en Traducción e Interpretación y Lenguas Aplicadas por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y estudiante del Máster Universitario en Traducción Institucional de la Universidad de Alicante. Es intérprete para diferentes compañías eléctricas y ha participado en la COP26 en Glasgow, interpretando para altos dirigentes políticos sobre temas como las energías renovables, el medio ambiente y el cambio climático. También, ha traducido diversos artículos relacionados con el cambio climático. Mallorquina de nacimiento y de corazón, ha echado raíces en Escocia.

Rafael Porlán
Rafael Porlán Moreno
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Es licenciado en Traducción e Interpretación por la UGR y licenciado en Filología Inglesa. Se doctoró en la UGR con una tesis sobre la utilidad del briefing en interpretación y la aplicación diferenciada de estrategias por intérpretes noveles y profesionales. Ha desarrollado su actividad como traductor e intérprete desde 1991 y es profesor asociado de la UCO desde 2008. En docencia, su principal interés es acercar el mundo profesional al aula y concienciar a sus estudiantes de la diversidad de entornos en que hoy día se interpreta. Es profesor invitado del máster en Interpretación de Conferencias de la UGR. Nacido en Córdoba, reside en Granada desde hace años (y en la A-92 en época de congresos sin covid).

Trinidad Clares
Trinidad Clares Flores
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Es licenciada en Traducción e Interpretación por la UGR, ha cursado el máster en Traducción Institucional de la UA y el Diploma in Public Service Interpreting (DPSI) del CIoL. Lleva desde 2000 trabajando como traductora, intérprete y formadora autónoma especializada en derecho, medicina y tecnologías de la información. Como apasionada de la tecnología, ha impartido cursos de herramientas TAO e interpretación en Cardiff University y lleva ofreciendo servicios de interpretación simultánea remota (ISR) desde casi el principio. Zoom se ha convertido en su herramienta diaria de trabajo. Es autora de la guía de interpretación en Zoom del CIoL, ha impartido cursos y seminarios web de interpretación remota y de práctica de interpretación en Zoom. Almeriense de nacimiento y galesa de adopción.

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