Imagínese la situación: tras facturar su equipaje en un aeropuerto, usted, adicto a la lectura, se da cuenta de que se ha dejado su libro electrónico dentro de la maleta. Justo en ese momento, además, anuncian en pantalla que su vuelo tendrá nada menos que dos horas de retraso. No hay más remedio: se dirige a la librería más cercana para buscar una novela con la que matar el rato. Y en semejante coyuntura tiene la suerte de encontrarse con un tesoro francamente inesperado: una novela negra, de un autor alemán moderno y editada en español.