Traductor y traductólogo, lingüista, filólogo, profesor, helenista, académico, editor, articulista, conferenciante, y también amante del campo, de los árboles, de las aves, de su Bombillo de los Barrios leonés y de sus amigos, don Valentín ha sido un hombre cabal y de una enorme honradez intelectual, que ha enriquecido nuestra lengua y creado una obra fecunda e imprescindible para los que nos dedicamos al noble arte de la traducción.