Entre los cursos de verano que cada año acoge la sede en Santander de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (en adelante, UIMP) va ganando peso la presencia de cursos dedicados a la traducción: a los dos cursos ya veteranos —«Traducción jurídica» y «Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica»— ha venido a sumarse en 2019 uno nuevo sobre traducción en organismos internacionales. El presente artículo versará sobre la primera edición de este último curso, a la que asistió la primera de nuestras cronistas, y sobre la séptima edición del de traducción médica, a la que asistieron ambas cronistas y que es, prácticamente desde sus comienzos, una de las principales referencias de formación en esta área.
La traducción en organismos internacionales
Dada la procedencia de los docentes, el curso se centró básicamente en el sistema de las Naciones Unidas.
Este curso tuvo lugar entre los días 22 y 26 de julio, en el Campus de las Llamas, situado en las cercanías de la playa del Sardinero. En la génesis y el desarrollo de este programa está Javier Moreno Rivero, docente en la Universidad de Cambridge, quien ya venía trabajando con la UIMP en la coordinación y docencia de los cursos de Lengua y Cultura Española. Al profesor Moreno Rivero lo acompañaron Esther Monzó, profesora de la Universidad Jaume I que ha ejercido como traductora en la Organización de las Naciones Unidas en su sede en Viena, y Juan Faz González, jefe de la sección de Traducción al Español en el Organismo Internacional de Energía Atómica, que tiene su sede también en la capital austríaca. Dada la procedencia de los docentes, el curso se centró básicamente en el sistema de las Naciones Unidas; el sistema de las instituciones de la Unión Europea solamente se tocó en la sesión introductoria que impartió el profesor Moreno Rivero.
Al comienzo del curso se introdujo a los alumnos en las políticas, los géneros textuales, las referencias y los encargos de traducción en los organismos internacionales. Después, los contenidos teóricos se orientaron sobre todo a la traducción jurídica, con especial énfasis en la traducción de declaraciones. En los dos primeros días del curso tuvo un lugar importante la traducción asistida, ya que Esther Monzó nos instruyó sobre el uso del software memoQ, el cual, si bien no está extendido en organismos internacionales, nos permitió experimentar en persona las ventajas de lo que Monzó denominaba, en un paralelismo con la «realidad aumentada», como «traducción aumentada». Tales ventajas alcanzan principalmente al uso de un corpus como medio de documentación dentro de la propia herramienta. En este contexto en concreto, el de la traducción en organismos internacionales, el empleo de corpus no solo es útil sino imprescindible, dada la necesidad de mantener la coherencia con los textos traducidos anteriormente y con las convenciones de los géneros textuales de uso asentado en cada institución.
La profesora Monzó dirigió también las prácticas con textos reales del sistema de las Naciones Unidas, de modo que pudimos conocer el empleo de los bitextos, así como de las referencias a las que obligatoriamente se remite cada texto que se traduce. Nos dio a conocer cómo se recopilan las referencias mediante el Sistema de Archivo de Documentos de las Naciones Unidas, que a lo largo de las prácticas empleamos intensivamente.
Juan Faz se incorporó a las clases en el ecuador del curso, y a partir de su llegada los contenidos viraron hacia el ámbito científico-técnico. Comenzó con una introducción teórica a los conceptos básicos y los distintos aspectos pragmáticos de la traducción en su institución, y continuó con talleres de traducción de textos reales. Su enfoque tuvo de particular que, al contrario que en los estudios reglados de traducción, procedió empezando por los textos con un mayor grado de especialización (informes y proyectos de resolución) y finalizando con los menos especializados (noticias institucionales, materiales divulgativos y textos destinados a publicarse en redes sociales, como Twitter y Facebook), lo cual tuvo el aliciente didáctico de descender de la mayor rigidez de los textos especializados a la relativa libertad de los textos divulgativos.
El curso finalizó con un taller de revisión de traducciones en el que intervinieron los tres profesores.
El curso finalizó con un taller de revisión de traducciones en el que intervinieron los tres profesores, quienes nos dieron a conocer los baremos y criterios con que se revisan las traducciones en los organismos del sistema de las Naciones Unidas.
Al margen del desarrollo del curso, en una ciudad como Santander no todo va a ser estudio, y menos en verano: como las fechas del curso coincidieron con la Semana Grande de Santander, cuyo recinto ferial se encuentra situado en las cercanías del Campus de las Llamas, fueron numerosas las oportunidades de esparcimiento. Asimismo, la UIMP contribuye a la vida cultural de la ciudad con las actividades que organiza de lunes a viernes durante los cursos de verano, unas de corte más académico, como las conferencias, las mesas redondas y las charlas de expertos invitados, y otras de corte más lúdico, como los conciertos o el teatro.
Problemas, métodos y cuestiones candentes en traducción médica
Llegamos al segundo curso, que se celebró del 19 al 23 de agosto también en el Campus de las Llamas. Destacamos que la formación se imparte principalmente en la combinación inglés-español, aunque se pueden tocar otras lenguas según la especialización de los profesores. Para las dos cronistas esta fue la tercera vez que asistían, lo que las convertía en veteranas del grupo. Para cada edición su director y artífice, Fernando Navarro, convoca a nuevos docentes que aborden distintas temáticas. La edición de 2019 contó como profesores con Jennifer Salmon, quien habitualmente se dedica a enseñar inglés técnico para profesionales del ámbito médico-sanitario, así como para traductores e intérpretes; con Marta Lucero, alumna de una edición anterior de este curso, que comenzó su carrera como traductora con una beca de prácticas (distinta de las pasantías y disponible para estudiantes de la Universidad de Salamanca, donde Lucero cursó estudios de máster) en el Servicio de Traducción al Español de las Naciones Unidas en su sede de Viena, y que durante varios años ha colaborado como traductora externa y temporera con varios de los organismos asociados a la organización, varios de ellos en el ámbito científico y técnico; con Gustavo A. Silva, que es médico de formación y una figura particularmente relevante en traducción médica, como ya sabrán los lectores de La Linterna del Traductor, por estar tras la fundación de la lista de distribución MedTrad y de la revista Panace@, así como también de Tremédica (asociación de la que también son miembros las dos cronistas); y con Raquel Boix, licenciada en Medicina, especialista en medicina familiar y comunitaria e intérprete autónoma desde hace treinta y un años.
Para empezar, Fernando Navarro procedió a una presentación, en su estilo personalísimo, no solo de los profesores sino también de los alumnos. Entre los asistentes, pertenecientes tanto al ámbito de la traducción como al biosanitario, algunos habían recibido las becas de estudios de la UIMP o las de la Fundación Esteve para profesionales sanitarios; en una edición anterior, Maribel Bolívar disfrutó de una de las primeras, mientras que Teresa Pons y Raquel Boix recibieron una de las segundas cada una. Tras las presentaciones, Fernando Navarro continuó con una sesión acerca de la presencia del griego y el latín en el inglés y el español, en la que pudo dar rienda suelta a su ya conocida inclinación por la etimología.
Fernando Navarro continuó con una sesión acerca de la presencia del griego y el latín en el inglés y el español, en la que pudo dar rienda suelta a su ya conocida inclinación por la etimología.
Las sesiones de Jennifer Salmon fueron prácticas en su totalidad y estuvieron orientadas a darnos a conocer diversos aspectos del inglés médico de un modo interactivo, con actividades que no solo nos hicieron trabajar en grupo, sino que en algún momento nos llevaron a recorrer toda el aula en una búsqueda frenética de respuestas. Esa fue la tónica de las cuatro sesiones impartidas por ella, de las que la primera estuvo dedicada al habla de los pacientes y la jerga médica; la segunda, a tabúes y temas delicados (con un ejercicio de simulación de una interpretación que puso a prueba nuestro conocimiento de los eufemismos del inglés en lo que respecta, por ejemplo, a la sexualidad); en la tercera tratamos la salud mental, la depresión y la ansiedad, temas también delicados pero que por su extensión merecían una sesión aparte; y la última sesión versó sobre las diferencias en el campo médico entre las distintas variedades del inglés, diferencias que abordamos también desde el punto de vista fonético, ¡lo cual sin duda complicó los ejercicios!
Marta Lucero y Gustavo A. Silva empezaron con una charla sobre la traducción científica y técnica en organismos internacionales, con lo cual esta parte del curso tuvo ciertos puntos en común con el anterior que ya hemos comentado, si bien los organismos tratados fueron diferentes. Marta Lucero nos habló especialmente de su experiencia como traductora externa y temporera con las Naciones Unidas y nos enseñó las particularidades del trabajo de los colaboradores externos con los distintos organismos de las Naciones Unidas. Por su parte, Gustavo A. Silva, al haber desarrollado la mayor parte de su carrera profesional como traductor y revisor en la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), hizo un recorrido por la historia y la sólida vinculación de ambas instituciones, y nos relató las vicisitudes de la traducción en el ámbito de la salud pública (que abarca tanto la medicina como otras disciplinas afines), resaltando que las dificultades de traducción se derivan principalmente de diferencias institucionales y no tanto lingüísticas, lo cual conlleva, al igual que en toda organización internacional, un aprendizaje que permita orientarse ante las convenciones, la terminología y otros aspectos pragmáticos. También Gustavo A. Silva habló de la colaboración de traductores externos, cuyo peso es ahora más importante que nunca, pues la plantilla interna en ambas instituciones se ha reducido notablemente. Tanto Marta Lucero como Gustavo A. Silva impartieron cada uno sesiones prácticas en un aula de informática, con un texto sobre drogas y otro sobre el dengue.
La actividad fue una auténtica revelación, en particular para quienes no habían pisado aún una cabina, pues entre ellos apareció algún nuevo talento de la interpretación.
Fuera del horario oficial, los alumnos tuvimos la oportunidad de participar en una actividad voluntaria que captó la atención de todos: Raquel Boix nos acompañó al paraninfo del Palacio de la Magdalena con el fin de que pudiéramos realizar prácticas en cabina muda durante la charla de un escritor (Félix J. Palma, quien presentaba su último libro) con interpretación hacia el francés, el inglés e, incluso, el alemán. La actividad fue una auténtica revelación, en particular para quienes no habían pisado aún una cabina, pues entre ellos apareció algún nuevo talento de la interpretación.
Tras la primera incursión en las cabinas, llegó el momento de escuchar en el aula a Raquel Boix, quien ha trabajado como intérprete de conferencias (principalmente en la combinación francés<>español) en numerosos congresos tanto del área médica como de otros ámbitos. Durante su sesión teórica en la UIMP nos habló de su dilatada trayectoria, salpicando su relato de anécdotas, gajes del oficio del intérprete y aspectos pragmáticos de los que los alumnos pudimos extraer consejos y orientación. Seguimos practicando con ella tanto en clase, con el uso de un equipo de interpretación simultánea portátil, como en el paraninfo del Campus de las Llamas; se emplearon artículos de investigación que permitieron simular el contenido de los congresos médicos en que se curtió la profesora. Esto despertó el interés por la interpretación en más de un asistente.
Al margen de las clases de Raquel Boix, desde la Fundación Esteve se presentó en el curso una nueva publicación relacionada con la interpretación, la breve Guía práctica para oradores que quieran hacerse entender, de Nadia Martín e Icíar Pertusa, destinada a instruir a ponentes de congresos en los que se ofrezca interpretación simultánea para que esta resulte eficaz.
El curso terminó con las diferencias existentes entre las variedades del español desde un punto de vista singular: si Fernando Navarro abordó el español de Latinoamérica visto desde España, Gustavo A. Silva hizo lo propio con el español de España visto desde Latinoamérica. Esta última sesión destacó por la iniciativa de Silva de darnos a conocer distintos aspectos históricos y culturales de su país natal. Empezando con el poema «Alta traición» de José Emilio Pacheco, Silva hizo un recorrido por la historia y la cultura mexicanas, lo que suscitó en todas las asistentes que no procedíamos de México el deseo de experimentar el país más de cerca.
El curso terminó con las diferencias existentes entre las variedades del español desde un punto de vista singular.
Para cerrar el curso, Fernando Navarro invitó tanto a los profesores como a los alumnos a dedicar unas palabras al grupo, momento que aprovechamos para destacar lo que nos llevábamos a casa: como varios de nosotros manifestamos, la impresión general es que una de las mejores cosas del curso fue la atmósfera amistosa y familiar creada entre todos los asistentes (ya fuéramos alumnos o profesores), la cual se vio reforzada tanto por el hecho de compartir las comidas y la vida en el Campus de las Llamas como por la intensa actividad social desplegada por iniciativa de Fernando Navarro y los asistentes.
A todas estas actividades hay que sumar las extraoficiales: empezando por la cena en la cantina del campus la noche del domingo, siguiendo con una excursión al faro de cabo Mayor, una cena con traductores residentes en Cantabria en un restaurante junto a la playa del Sardinero y una visita al Hotel Real, y terminando con una excursión al valle de Iguña, donde pudimos disfrutar del pueblo de Silió y la visita al Museo de La Vijanera. La cena oficial de clausura tuvo lugar en el Palacio de la Magdalena. Asimismo, cabe destacar la visita organizada por Raquel Boix al Centro Botín, donde tuvimos ocasión no solo de visitar las exposiciones temporales (para las que disfrutamos de un descuento ofrecido por el centro a todos los estudiantes de la UIMP), sino también del auditorio (que habitualmente no está abierto al público) y de la cabina de interpretación.
Conclusión
Para finalizar, diremos que estos cursos son recomendables no solamente por la calidad y pertinencia de los contenidos para los traductores que desean especializarse o introducirse en una nueva especialidad; también lo son por la posibilidad de vivir, para los foráneos, la ciudad de Santander desde una perspectiva distinta a la turística.