Empecemos con la pregunta obligada, ¿por qué decidiste estudiar Traducción e Interpretación? ¿Qué puertas esperas que te abra?
No fue tanto una cuestión de apertura de puertas como una cuestión de pasión por las lenguas: después de una experiencia enormemente gratificante estudiando inglés en la Escuela Oficial de Idiomas, al finalizar me planteé cómo seguir disfrutando de ello y decidí matricularme en Traducción e Interpretación, ya que imaginaba que la metodología docente tendría un carácter más instrumental que en el grado de Lenguas Extranjeras, aunque realmente no tengo elementos de juicio para constatar que esto sea así.
Hasta el momento, ¿el plan de estudios que has cursado ha cumplido las expectativas que tenías al comenzar la carrera?
Las ha cumplido en un alto porcentaje, desde luego.
¿Cambiarías algo en tu plan de estudios? ¿Alguna asignatura que hayas echado en falta?
Con la implantación de los grados, la duración de los estudios universitarios se ha visto reducida, así que creo que habría que ir a lo fundamental, en lo que respecta a la formación de los estudiantes como futuros profesionales. Asignaturas como «Introducción a la teoría de la traducción e interpretación» o «Antropología de las prácticas de la traducción e interpretación» creo que deberían integrarse dentro de los programas de otras materias y no constituir una asignatura en sí mismas. De hecho, en las asignaturas de traducción, tanto de segundo como de tercer curso de grado, aún nos seguimos encontrando temas de teoría de traducción que repiten contenidos vistos en el primer curso. En estos casos, da la sensación de estar desperdiciando un tiempo precioso que no tenemos.
Respecto a la otra pregunta, echo de menos un mayor peso en el currículo de las lenguas y de las técnicas de traducción asistida por ordenador: estas solo están presentes durante un cuatrimestre del grado, y todos sabemos que ningún traductor profesional se plantea hoy en día hacer una traducción sin el uso de esta tecnología, al menos si quiere alcanzar cierto nivel de productividad.
¿Hay alguna asignatura o experiencia que te haya resultado especialmente positiva o de la que creas que has aprendido más? ¿Algún punto fuerte de tu facultad?
El aprendizaje de portugués. Lo escogí como segundo idioma porque mi formación en francés o alemán era muy deficiente o nula. Fue una cuestión de pragmatismo (soy gallego, y para mí resulta relativamente sencillo manejarme en la lengua de nuestros vecinos) que al final constituyó una muy agradable sorpresa. Supongo que los profesores que tuve han tenido que ver bastante con ello. El punto fuerte de la facultad radica en el aprendizaje a través de la práctica. El profesorado que basa su metodología docente en la clase magistral donde el alumno toma apuntes y después los regurgita en un examen está, por suerte, en extinción.
¿A qué te gustaría dedicarte en un futuro y cómo crees que será ese trabajo?
Es algo que todavía no me he planteado. Prefiero no pensar a largo plazo, porque al final las cosas no suelen salir como uno piensa.
¿Cómo se ve el mercado en estos momentos desde la facultad? ¿Os llega alguna información sobre temas como tarifas o derechos laborales?
La información que nos da el profesorado es ligeramente pesimista. El mercado está algo saturado, lo que lleva a que haya profesionales que malvenden sus servicios en aras de una mal entendida competitividad. Con respecto a tarifas, sí que nos comentan en qué intervalos se suelen mover aunque de derechos laborales, hasta ahora, no se nos ha explicado nada.
¿Has tenido algún contacto con profesionales del sector, por ejemplo a través de listas de distribución o foros profesionales?
Estoy suscrito a un par de listas de distribución. Son una fuente inagotable de recursos y de referencias a la actividad cotidiana de los traductores, y no deja de sorprender el grado de solidaridad entre los profesionales del ramo, cómo se ayudan unos a otros pese a ser posibles rivales.
Y, ¿qué me dices de las asociaciones profesionales? ¿Conoces alguna? ¿Crees que el alumnado en general las conoce?
Conozco a AGPTI, APETI y Asetrad. Creo que mis compañeros no están muy al tanto, pero puede que me equivoque pues no es un tema de conversación recurrente entre nosotros.
¿Qué opinas de la función que pueden desempeñar las asociaciones profesionales en el sector? ¿Qué crees que podrían aportar a los estudiantes?
Son necesarias para evitar que el traductor se convierta en un engranaje más del sector de la traducción (cuando realmente es el motor), con la consecuente explotación que esta circunstancia podría favorecer. Deberían tener más fuerza.
En cuanto a la aportación de las asociaciones a los estudiantes, podrían, mediante conferencias, mesas redondas con profesionales, organizadas desde la escena universitaria, tratar de aproximar al alumnado al mundo laboral real. De este modo se le proporcionaría esa primera toma de contacto que desde el mundo académico no siempre es posible debido a la falta de tiempo.
Por último, ¿tienes alguna duda profesional que te gustaría ver resuelta en La Linterna del Traductor?
De momento no, porque mi experiencia de traducción se limita únicamente al ámbito formativo. Imagino que en un par de años tendré decenas de ellas, así que, hasta entonces.
Esperamos verte por aquí de nuevo. Muchas gracias y mucha suerte, Francisco.