28 marzo 2024
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El Cuaderno de Bitácora

Sin embargo, no solo es una apasionada de la comunicación intercultural, sino que también le encantan las tic, viajar, la música y las artes escénicas.

¿Quién no se ha sentido como un náufrago a la deriva en alguna ocasión? Hay días en la vida en los que perdemos el norte y navegamos por el ciberespacio sin brújula, como una nave sin rumbo. No es un sentimiento ajeno a las personas que se dedican a la traducción, la interpretación o cualquier profesión relacionada con el mundo de la mediación intercultural. De hecho, algunos convivimos cotidianamente con la duda como compañera de travesía (aunque no es tan mala como pueda parecer, porque cuestionarse algunas cosas hace que nos sintamos más humanos). Nos planteamos a diario preguntas como «¿Quién habrá traducido el libro que estoy leyendo en el metro?» o «¿Seguro que no hay una traducción más castiza para ese anglicismo que hoy está tan en boga?». Otras veces nos preguntamos dónde encontrar las respuestas a estas cuestiones, si habrá un lugar mítico en el que aguarden las soluciones a los enigmas lingüísticos más dispares, si existirá un faro que ilumine las costas más peligrosas.

Cualquier traductor, tanto aquel que comienza a adentrarse en aguas más profundas como el que ya sabe nadar cada vez más lejos de la orilla, necesita ciertas herramientas imprescindibles para desempeñar con eficiencia sus cometidos. Al igual que sucede en otras profesiones, hay que saber manejar una serie de recursos para poder estar a la altura de un mercado cada vez más competitivo. No basta con utilizar ese diccionario bilingüe que acumula polvo en la estantería desde que estudiabas el bachillerato; tampoco sirve usar exclusivamente cualquiera de los diccionarios en línea clónicos que tanto abundan en la Red. Aunque entre los profanos circula la falsa creencia de que para traducir solo necesitas un diccionario y nada más, esta profesión consiste en otra cosa; consiste en construir puentes de comunicación entre culturas. Y de todos es sabido que construir puentes es un trabajo complejo que requiere vastos conocimientos y herramientas precisas. Un traductor ha de conocer ciertos aparejos imprescindibles, ya sea la más moderna web 2.0 o el clásico diccionario de toda la vida; según el momento, hará uso de una u otro. En las profundidades de Internet se pueden encontrar tanto aguas negras como tesoros sumergidos en galeones españoles del siglo xvii. Por este motivo, a principios del siglo xxi, una tripulación de profesionales de los servicios lingüísticos se embarcó en una nueva aventura: El Cuaderno de Bitácora (también conocido como el cdb).

En nuestra sociedad de la información y la comunicación, es una tarea ingente, titánica, tratar de recopilar y organizar en un mismo sitio web los infinitos recursos interesantes que hay para profesionales de los servicios lingüísticos. Así, pues, los argonautas primigenios de El Cuaderno de Bitácora, conscientes de la dificultad que entraña clasificar y comentar todas y cada una de las fuentes de información existentes, echaron sus redes de forma altruista en los inagotables caladeros de Internet para poder ofrecer a nuestros colegas un registro que los orientara en la práctica de la navegación en las turbulentas aguas de este mundo. Una clasificación sencilla y ordenada de enlaces comentados no solo ayuda al náufrago a soportar las embestidas del oleaje, sino también al grumete y al capitán.

El perfil del náufrago puede ser de lo más variopinto: hay náufragos jóvenes que están en medio del océano de las dudas propias de la bisoñez y la inexperiencia; también hay supervivientes que no se dejan hundir y se empeñan en seguir buscando nuevos horizontes y, por supuesto, hay marineros hechos cuya sabiduría no les impide desorientarse en los misteriosos mares de la Red. Cada cual puede encontrar su Atlántida particular en El Cuaderno de Bitácora, una colección de enlaces ordenados en las siguientes categorías: «Agenda», «Asociaciones», «Diccionarios y glosarios», «Blogs», «Direcciones útiles», «Estudios de traducción en España, Portugal, Reino Unido e Irlanda», «Listas de distribución», «Publicaciones periódicas y artículos», «Recursos laborales» y «Webs de traductores».

La propuesta de El Cuaderno de Bitácora caló, pero, como toda empresa arriesgada, ha pasado por temporadas altas y bajas desde que izó las velas de la mano del número 2 de la primera época de La Linterna del Traductor. Actualmente, el cdb corre al cargo de varios socios de Asetrad, colaboradores voluntarios que contribuyen con su esfuerzo y dedicación, no solo a que los profesionales de los servicios lingüísticos dispongan de una guía, de un timón al que aferrarse, sino también a dar cierta visibilidad a nuestra profesión, que parecía estar abocada a vivir siempre en la sombra.

Nuestra tripulación está formada por un grupo de marineros intrépidos que van actualizando la sección correspondiente contra viento y marea. La «Agenda», sección fundada por María Barbero, recoge las citas más relevantes en torno a la traducción, tanto las que tienen lugar en España como muchas que se celebran allende los mares. En esta sección han colaborado también Tina Parcero e Isabel S. Ludeña. Desde hace unos meses, Paz Muñoz se encarga de que no nos perdamos ni un solo coloquio, seminario o congreso. De recopilar y comentar enlaces que remiten a las «Asociaciones» más prestigiosas del gremio, se ocupaba hasta hace un tiempo Eva Almazán. Xisela Vázquez ha tomado el relevo.

Asimismo, en El Cuaderno de Bitácora hay un sitio dedicado exclusivamente a uno de los instrumentos imprescindibles para traducir textos especializados, los «Diccionarios y glosarios». En este apartado, Cristina Pabón nos revela sus hallazgos en el campo de la terminología aplicada a la traducción. Sin embargo, no a todos les interesan únicamente los términos y la lexicografía especializada; aquellos que quieren acercarse a la traducción, la interpretación o la corrección desde otras perspectivas, ya sean cómicas, ya sean más formales, no deberían dejar de echar un vistazo a los «Blogs» que ha ido recopilando hasta la fecha Javier Sancho. A partir de la próxima actualización, Noelia Jiménez compartirá con nosotros los mejores diarios virtuales de traductores.

En la primera etapa de El Cuaderno de Bitácora, Blanca Rodríguez se encargó de buscar y recopilar otras «Direcciones útiles», hasta que pasó el testigo a Mar Rodríguez. Ana Hermida trasladó desde La Linterna del Traductor la sección «Traduweb», que contiene direcciones de interés para estudios de traducción en España y Portugal y está destinada a quienes deseen ampliar sus estudios en esta nueva disciplina académica. Marisa Conde aportó los datos sobre la formación de mediadores lingüísticos en Reino Unido e Irlanda. Ahora, es Verónica Lenihan quien se ocupa de actualizar los enlaces relacionados con la formación universitaria de traductores e intérpretes.

Desde hace tiempo, las «Listas de distribución» han sido una herramienta de consulta fundamental para todos nosotros. Al principio, Luisa Calatayud se encargó de esta sección. Posteriormente, Javier Sancho se ocupó de clasificar las listas, hasta que pasó el testigo a Virginia Cabañas. Aparte de los grupos de noticias y foros para mantenerse al día, no menos importantes son las «Publicaciones periódicas y artículos». Susana F. Unzurrunzaga elaboraba esta sección, e Irma Urrutia y Jordi Batlle continuaron la tarea, si bien de la próxima actualización se ocupará solo Irma Urrutia. Además de estar bien informado, cualquier profesional necesita demostrar su valía. Si nuestra intención es trabajar en el sector, es necesario saber a qué puertas hay que llamar. Victoria López empezó a guardar sus enlaces favoritos relacionados con los «Recursos laborales». Posteriormente fui añadiendo algunos nuevos recursos comentados, y a partir de la próxima actualización, Marion Perrard también contribuirá en esta página web. Y qué mejor forma de llamar la atención a los futuros clientes que ofrecer un sitio web profesional. En estos tiempos que corren, parece que uno no es nadie si no tiene su propio escaparate virtual. Luisa Calatayud comenzó a compilar algunas de estas webs. Más tarde, Javier Sancho destacó algunos buenos ejemplos de «Webs de traductores» y, de ahora en adelante, María Dolores Rodríguez se ocupará de que este legado no se pierda.

Cualquier barco precisa que lo pongan a punto para zarpar, que esté bello y lustroso, que todas sus piezas encajen. Del mismo modo, cualquier publicación necesita tener un aspecto atractivo y que haya coherencia entre los contenidos. En la primera etapa de El Cuaderno de Bitácora Blanca Rodríguez se ocupó de las labores de maquetación; después, fue Javier Peleteiro quien lo hizo. En este nuevo viaje, maquetan Paz Muñoz y Noelia Jiménez. De las labores de coordinación se encargó en la primera época María Barbero. Tras un intervalo de dos años, Luisa Calatayud asumió la coordinación, y ahora tanto ella como yo nos ocupamos de esta tarea. Como hemos relatado, algunos compañeros tripulantes han tenido que ir por otros derroteros, descubrir nuevos mares. Los echaremos en falta, ya que su colaboración fue inestimable, pero no por eso vamos a permitir que este buque se hunda en la sima del olvido. Tampoco vamos a dejarlo a merced de la primera tormenta que salga a nuestro paso. La mala racha ha pasado. No vamos a dejar que nos barra la marea. Vamos viento en popa, a toda vela.

Referencias

La Linterna del Traductor. Revista de traducción (PDF de los números 1 a 9 de la primera época de la revista en: <http://traduccion.rediris.es/linterna1.pdf> (cambie el número en la dirección, para ver el que desee consultar).

El Cuaderno de Bitácora.

Asetrad. Sitio web de la Asociación Española de Traductores, Correctores e Intérpretes.

Judith Carrera
Judith Carrera Fernández
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Judith se considera afortunada de poder construir un mundo mejor gracias al buen uso de las palabras. Principalmente traduce de inglés a español, pero también de portugués, alemán y francés. Se licenció con Premio Extraordinario de Fin de Carrera en Traducción e Interpretación en la Facultad de Traducción e Interpretación de Soria (Universidad de Valladolid) en 2005. En ese mismo año se afilió a Asetrad. En 2014 defendió su tesis Aproximación a la traducción translectal en un contexto audiovisual con un corpus de películas hispanoamericanas, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude por unanimidad. Fue profesora asociada en su alma mater de 2008 a 2016. Desde entonces, se dedica a tiempo completo a los servicios lingüísticos.

Judith Carrera Fernández
Judith Carrera Fernández
Judith se considera afortunada de poder construir un mundo mejor gracias al buen uso de las palabras. Principalmente traduce de inglés a español, pero también de portugués, alemán y francés. Se licenció con Premio Extraordinario de Fin de Carrera en Traducción e Interpretación en la Facultad de Traducción e Interpretación de Soria (Universidad de Valladolid) en 2005. En ese mismo año se afilió a Asetrad. En 2014 defendió su tesis Aproximación a la traducción translectal en un contexto audiovisual con un corpus de películas hispanoamericanas, que obtuvo la calificación de sobresaliente cum laude por unanimidad. Fue profesora asociada en su alma mater de 2008 a 2016. Desde entonces, se dedica a tiempo completo a los servicios lingüísticos.
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