Con la crisis, la biodiversidad del planeta ha ido en aumento y prolifera una nueva especie: el jefe de proyecto con complejo de bróker y ausencia de modales. Hay que hablarle con santa devoción. Le han dado cuatro lecciones sobre sometimiento y domesticación de traductores en la jungla, y se dedica a ejercer su puñado de poder a lo déspota, cual subastador de pescado en una lonja: manda el trabajo a varios traductores a la vez, y se lo da, con un cronómetro en la mano, al que primero llega a meta.