Los libros electrónicos ofrecen varias ventajas ergonómicas sobre los libros convencionales: legibilidad en comparación con ciertos tipos de papel, posibilidad de aumentar el tipo de letra, menor espacio y peso, inmediatez para conseguir una obra (siempre y cuando esté disponible en versión electrónica) y el hecho de que no acumulan polvo como una biblioteca, con las ventajas que ello conlleva para los encargados de las tareas domésticas y los alérgicos.
Además, estos aparatos son una buena opción para la revisión. Existen modelos con función de anotación, que nos permiten corregir igual que lo haríamos sobre papel, bien utilizando un puntero para introducir las correcciones a mano alzada (como el iLiad de iRex), bien introduciendo anotaciones mediante el teclado que integran algunos modelos (como el Kindle de Amazon). Sin embargo, también podemos utilizar los modelos que no cuentan con esta función como complemento al monitor del ordenador. Podemos exportar los documentos para revisarlos en el dispositivo e ir introduciendo paralelamente los cambios en el ordenador mediante la opción de buscar y remplazar a medida que los vayamos detectando. De este modo, nos beneficiamos de la ausencia de retroiluminación que nos ofrecen las pantallas de tinta electrónica y, además, los ojos adoptan una posición más natural para la lectura, por lo que se evitan tensión cerebral y sequedad ocular.
♪ ♫ Colour Me In, de Broadcast
Encarna Belmonte
Encarna Belmonte es licenciada en traducción y ejerce de revisora y traductora de alemán e inglés desde hace catorce años. Completó su formación en las listas Lantra-L y Traducción en España, donde más adelante ejerció de moderadora durante dos años. Traductora jurada, cursó un posgrado en traducción jurídica y económica y se dedica fundamentalmente a la traducción empresarial, financiera, formativa y farmacéutica y a la revisión de estudios internacionales. El trabajo de traductora la llevó a practicar yoga. Actualmente es profesora por el Iyengar Memorial Yoga Institute (India) y se ha especializado en traductores y profesiones sedentarias. Lleva tres años impartiendo clases en diversos centros de Barcelona. Es miembro de Asetrad y de la Asociación Española de Yoga Iyengar.