20 abril 2024
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Entrevista a una alumna de Traducción e Interpretación

Empecemos con la pregunta obligada: ¿Por qué decidiste estudiar traducción e interpretación? ¿Qué puertas esperas que te abra?

La verdad es que lo tuve claro casi desde los ocho años cuando en una serie de televisión vi una intérprete del japonés y me pareció un trabajo muy curioso e interesante aunque todavía no sabía exactamente lo que era. A medida que fue pasando el tiempo, siempre me gustaron los idiomas y vi que tenía facilidad para ellos. Cuando empecé el bachillerato, escogí el humanístico con latín y griego. Fue entonces cuando tuve el primer contacto con la traducción de textos y esta experiencia fue la que acabó de reafirmar mi decisión, ya que además de la salida al mundo laboral también está la realización personal. Es una profesión, según dicen, muy dinámica, en la cual es imprescindible la inquietud, la curiosidad y la búsqueda de contactos. A nivel personal encuentro realmente fascinante el contacto que tienes con otras culturas a través del aprendizaje, la lectura y la traducción de los distintos idiomas, y la función social, a veces bastante oculta, que desempeña la traducción.

Hasta el momento, el plan de estudios que has cursado ¿ha cumplido las expectativas que tenías al comenzar la carrera?

La verdad es que estoy bastante satisfecha con el plan de estudios, aunque hasta tercero las asignaturas son un poco generales: se estudian básicamente los distintos idiomas y hay un primer contacto con la traducción a partir del segundo semestre del primer curso. Supongo que es como todo, por distintos motivos siempre habrá asignaturas que nos gusten más, otras menos. Aunque haya asignaturas que no me han gustado, bien por el contenido, bien por el profesorado, bien por el horario, reconozco que son asignaturas que eran necesarias para mi formación y que valía la pena hacer.

¿Cambiarías algo en tu plan de estudios? ¿Alguna asignatura que no esté y que creas que debe incluirse?

El problema es que quizás la traducción es tan trasversal que faltarían asignaturas en todos los cursos, porque como he dicho hasta tercero todo es bastante general. En tercero comienzan los contenidos prácticos y empezamos a estudiar traducción especializada (jurídica, médica y científico-técnica en una misma asignatura) e interpretación, ambas con carácter introductorio. Después están las demás especialidades, y no te topas de pleno con ellas hasta el último curso. Sí que es cierto que en las asignaturas de traducción en general tratas distintas tipologías textuales, pero no sé hasta qué punto los textos seleccionados son de alguna especialidad en particular.

Otro de los principales problemas, ajeno, obviamente, a la facultad, son los recortes: se han subido las ratios, lo que implica en primer lugar un aumento de alumnos por aula y la merma de la calidad educativa debido a la masificación; en segundo lugar, provoca el cierre de grupos y la eliminación de asignaturas, lo que hace que las menciones (especializaciones) se vean afectadas, ya que no todas pueden ofertarse y a base de ir recortando todos los alumnos deben hacer lo mismo y, por tanto, la especialización en ese caso es prácticamente inexistente.

Otro de los inconvenientes es quizás la falta de contacto con el mundo profesional, dado que hasta cuarto no puedes hacer prácticas en empresas y las plazas son bastante limitadas, aunque bien es cierto, si no me equivoco, que uno mismo puede buscarse una empresa para hacerlas. A veces también llegan ofertas de trabajo, pero son para alumnos recién graduados. Sería interesante incluir alguna asignatura o que nos proporcionaran más información sobre qué nos encontraremos en el mundo laboral, aunque es verdad que se van ofreciendo charlas y otras alternativas.

¿Hay alguna asignatura o experiencia que te haya resultado especialmente positiva o de la que creas que has aprendido más? ¿Algún punto fuerte de tu facultad?

De todo se aprende. El semestre pasado tuve la asignatura de iniciación a la interpretación que se enfoca desde un nivel muy básico y se centra, sobre todo, en la toma de notas en consecutiva, en mi caso, del catalán al catalán. Creo que a pesar de que parece una asignatura muy, muy ficticia por lo que respecta al mundo profesional —porque no nos vamos a encontrar a nadie que busque un intérprete del catalán al catalán—, es muy útil para tener el primer contacto con la interpretación y decidir si nos queremos dedicar a ello. Es una asignatura obligatoria pero asequible, así que los alumnos que no quieran dedicarse a la interpretación pueden aprobarla y aquellos interesados en ser intérpretes pueden especializarse en cuarto y después cursar el máster. Uno de los puntos fuertes de mi facultad es la amplia oferta de segundas lenguas extranjeras (inglés, francés, alemán, italiano, portugués, árabe, ruso, chino y japonés). Yo por ejemplo hago chino, aunque eso a la vez también supone un problema, porque hay idiomas que debido a su dificultad requieren formación adicional al acabar la carrera, por lo que no es posible dedicarse profesionalmente a ellos nada más graduarse, así que algunos alumnos que escogieron estas lenguas por mera curiosidad después no trabajan con ellas y el sistema de elección por notas deja fuera a otros alumnos realmente interesados.

Otro punto fuerte de mi facultad, pese a ser pequeña, son las aulas de interpretación: la facultad cuenta con tres aulas de interpretación equipadas con la última tecnología (cabinas, micrófonos, consolas y grabadora).

Cuando te gradúes, ¿te gustaría seguir estudiando para especializarte en algún sector concreto? ¿Crees que la oferta actual de másteres y posgrados en traducción e interpretación se corresponde con las expectativas de los alumnos o echas de menos estudios de especialización en algún campo?

Cuando me gradúe sí me gustaría seguir formándome en traducción, aunque todavía no he decidido definitivamente en qué quiero especializarme. La verdad es que creo que la oferta es bastante amplia y satisfactoria, el problema son los precios y la financiación, pero eso es un problema ajeno a la facultad. Aunque tampoco descarto cambiar de aires, pero si lo hago es más por curiosidad que por falta de ofertas de formación.

¿A qué te gustaría dedicarte en un futuro y cómo crees que será ese trabajo?

Todavía no lo tengo del todo claro, lo que sí que tengo decidido es que me gustaría seguir trabajando mi segunda lengua extranjera e incorporarla a mi combinación lingüística para traducir de ella. Lo que más me atrae es quizás la traducción audiovisual o la localización, aunque tampoco descarto dedicarme a la literaria. Este año he empezado con la traducción jurídica, impone bastante respeto, pero nunca se sabe…

¿Cómo se ve el mercado en estos momentos desde la facultad? ¿Os llega alguna información sobre temas como tarifas o derechos laborales?

La verdad es que, como ya he dicho, hay bastante desinformación sobre el mundo laboral, van llegando ofertas, pero no se habla demasiado de tarifas ni derechos, al menos en mi nivel, quizás en el último curso la cosa cambie, pero por ahora los aspectos profesionales no se tratan demasiado, más allá de los típicos consejos que dan algunos profesores de manera espontánea. Por suerte se ofrecen conferencias relacionadas con el sector profesional, aunque a veces son en horario lectivo y se hace un poco complicado asistir.

Para ser franca, no me queda más remedio que reconocer que hay una falta de movilización generalizada y una falta de inquietud por parte del alumnado; supongo que por tradición y por la experiencia que se tiene del bachillerato o de cursos anteriores, se asiste a la facultad porque es lo que toca, y todo lo dejamos allí, sin tener en cuenta que detrás de lo puramente académico hay muchos mas aspectos, quizás más lúdicos o entretenidos, pero entiendo que después de llevar todo el día sumido en el mundo de la traducción se prefiera desconectar un poco.

¿Has tenido algún contacto con profesionales del sector, por ejemplo a través de listas de distribución, blogs o foros profesionales?

Menos del que me gustaría. Sigo algún blog y a algunos traductores a través de las redes sociales, sobre todo a través de Twitter. Gracias a AETI (Asociación de Estudiantes de Traducción e Interpretación), de la cual, actualmente, soy vocal, he tenido la suerte de conocer a algunos profesionales a través de varios proyectos que queremos iniciar. He participado en alguna que otra charla con profesionales, pero reconozco que podría haber puesto más de mi parte.

Y, ¿qué me dices de las asociaciones profesionales? ¿Conoces alguna? ¿Crees que el alumnado en general las conoce?

Conozco algunas; como acabo de decir, yo misma colaboro con AETI. Aunque no es una asociación profesional sino para estudiantes, uno de los objetivos que perseguimos es acercar el mundo profesional al alumnado de traducción e interpretación, y gracias a algunos proyectos hemos estado en contacto con asociaciones profesionales.

Quizás el alumnado que está más próximo al sector laboral, los alumnos de cuarto, másteres o posgrados sí esté más al día. Como también he comentado, creo que esta pasividad generalizada de los estudiantes provoca el desconocimiento de cosas ajenas a la facultad pero supongo que aquellos estudiantes realmente interesados en el mundo profesional, con inquietudes por todos los ámbitos de la traducción, sí que conocen las distintas asociaciones.

¿Qué opinas de la función que pueden desempeñar las asociaciones profesionales en el sector? ¿Qué crees que podrían aportar a los estudiantes?

Creo que el asociacionismo en el mundo de la traducción es vital, ya que como he dicho al principio de esta entrevista, creo que es una profesión muy dinámica y es muy importante tener contactos. Además a través de los foros de asociaciones y de sus socios puedes conocer a algún cliente el cual haya trabajado con algún colega al que conozcas y que pueda recomendarte. En los foros también puedes encontrar ayuda profesional para resolver dudas puntuales e intercambiar conocimientos y además ayudan a deshacer el mito de que la profesión de traductor es solitaria, creo que siempre encontrarás a alguien con quien compartir penas e inquietudes del oficio. Creo que el contacto con estudiantes también debería ser importante. Aunque entiendo que haya asociaciones que prefieran dedicarse únicamente a sus socios, hecho completamente normal pues son ellos quienes les financian básicamente, también es verdad que la opinión de los estudiantes como potenciales profesionales de la traducción no deja de ser importante, y en muchos aspectos estoy satisfecha con el apoyo que las asociaciones de profesionales le han dado a AETI en su primer año de vida. Me hace muchísima ilusión ver que hay profesionales que se interesan por los estudiantes, aunque a veces, por causas que ya he comentado repetidamente, quizás la implicación por parte de los estudiantes no sea la misma. Aunque creo que tanto por parte de AETI, del alumnado en general y de las diversas instituciones profesionales, hay todavía mucho por hacer y es imprescindible que se mantenga ese vínculo entre estudiantes y profesionales.

¿Hay algo por lo que no te haya preguntado que te gustaría comentar?

La verdad es que no mucho más, es la primera vez que me hacen una entrevista de estas características y estoy realmente contenta de que se les brinde a los estudiantes la oportunidad de dar a conocer su opinión y de que se valore casi tanto como la de un profesional. Creo también que ha sido una buena oportunidad para conocer y presentar un poco la AETI que como he ido reiterando a lo largo de esta entrevista es una asociación para estudiantes con apenas un año de vida que se creó durante el pasado ENETI celebrado en Córdoba.

Por último, ¿tienes alguna duda profesional que te gustaría ver resuelta en La Linterna del Traductor?

Puesto que todavía no tengo del todo claro a lo que me quiero dedicar me parece perfecto que desde la misma revista haya una sección para todos los tipos de traducción que existen y así tener una visión general del mundo de la traducción.

Ángela Blum
Ángela Blum
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Traductora autónoma de inglés y francés a español. Formó parte de la Junta Directiva de Asetrad de 2009 a 2013, ha participado en varias comisiones y grupos de trabajo y sigue colaborando con la asociación desde La Linterna.

Gea Palau Roig
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Gea Palau Roig tiene veinte años y es estudiante de tercero de grado en traducción e interpretación. Estudia inglés como primera lengua extranjera y chino como segunda, aunque también desea recuperar el francés que estudió hace un par de años. Actualmente es vocal de su universidad en la AETI (Asociación de Estudiantes de Traducción e Interpretación).

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