Asetrad celebrará del 18 al 20 de mayo en Zaragoza sus quince años de andadura en el mundo asociativo con un congreso que espera reunir a profesionales de la traducción, la corrección y la interpretación de todo el mundo. Con motivo de esta celebración, la asociación ha decidido nombrar socio de honor a Red T. Descubramos más sobre esta organización de la mano de su presidenta y fundadora, Maya Hess, quien nos acompañará en la capital aragonesa la próxima primavera.
Maya Hess es lingüista forense y doctora en Justicia Penal por la City University de Nueva York. Con más de dos décadas de experiencia a sus espaldas, Maya ha trabajado en juicios del más alto nivel como el juicio contra Ramzi Yousef, el cerebro del atentado contra el World Trade Center de 1993, o el juicio contra Osama bin Laden por varios atentados terroristas en embajadas de Estados Unidos en diferentes países africanos en 1998. En 2010, fundó Red T, una organización sin ánimo de lucro en defensa de los traductores e intérpretes en zonas de conflicto que actualmente preside.
Para situar un poco a quienes todavía no os conozcan, ¿podrías explicar qué es Red T?
Antes de empezar, si me lo permites, quisiera agradecer al equipo de La Linterna del Traductor la oportunidad que brindáis a Red T de presentarse a vuestros lectores.
Red T es una organización sin ánimo de lucro fundada en 2010 que se dedica a proteger a los traductores e intérpretes en situaciones en las que puedan correr un gran peligro, como pueden ser zonas de guerra, centros de internamiento, cárceles, regiones con inestabilidad política y similares.
¿Cuál fue el origen de Red T?
A lo largo de mi carrera como lingüista forense, me he visto en un juzgado federal de EE. UU. oyendo con incredulidad cómo se dictaba una sentencia de culpabilidad contra un traductor-intérprete de árabe por haber ayudado y fomentado la comisión de actos terroristas. Tanto el gobierno como el jurado habían considerado el trabajo de traducción-interpretación de las conversaciones entre abogado defensor y acusado como material de apoyo al terrorismo. En ese preciso momento también estaba estudiando Derecho Penal, por lo que decidí escribir mi tesina sobre este juicio. En mis consultas a la bibliografía sobre este tema, me encontré con otros juicios injustos relacionados con traductores e intérpretes y me di cuenta de las amenazas a las que deben enfrentarse los profesionales de la lengua en zonas de conflicto. Ante la realidad de que el mero hecho de ejercer nuestra profesión convierte a miles de personas en vulnerables a la pérdida de la vida, de miembros o de la libertad, me decidí a hacer algo al respecto y por eso creé Red T.
Habían considerado el trabajo de traducción-interpretación de las conversaciones entre abogado defensor y acusado como material de apoyo al terrorismo.
¿Qué hace Red T para proteger a los intérpretes en zonas de conflicto?
Para cumplir con la visión de Red T «un mundo en el que los traductores e intérpretes puedan trabajar sin miedo a persecución, enjuiciamiento, encarcelamiento, secuestro, tortura y asesinato», nos comprometemos a fomentar la sensibilización en todo el mundo y educamos al público sobre el papel y la importancia vital de los profesionales de la lengua, especialmente en el ámbito del terrorismo y las zonas de guerra.
En general, luchamos para que se apliquen políticas que beneficien a estos profesionales, tanto en ámbito nacional como internacional. A nivel de cada país, encabezamos un proyecto de cartas abiertas («Open Letter Project», en inglés) en el que nosotros y los principales representantes de la comunidad lingüística mundial exigimos a los gobiernos que expidan visados para proteger a los traductores e intérpretes que trabajaron para sus fuerzas armadas; también tratamos de ejercer presión para liberar a un intérprete que esté encarcelado injustamente, por ejemplo.
Tratamos de conseguir que los traductores e intérpretes civiles que trabajen en situaciones de conflicto puedan obtener la condición de «persona protegida».
A nivel internacional, tratamos de conseguir que los traductores e intérpretes civiles que trabajen en situaciones de conflicto puedan obtener la condición de «persona protegida». Junto con las cinco principales asociaciones de profesionales de la lengua en todo el mundo (la Asociación Internacional de Intérpretes de Conferencia —AIIC—, la Federación Internacional de Traductores —FIT—, la Asociación Internacional de Traductores e Intérpretes Profesionales —IAPTI—, Critical Link International —CLI— y la Asociación Mundial de Intérpretes de Lengua de Signos —WASLI—), instamos a las Naciones Unidas a que emitan una resolución similar a la adoptada para los periodistas. En la actualidad, los profesionales de la lengua no están protegidos específicamente por la legislación internacional y lograr esa resolución supondría un importante primer paso. Nuestra petición a la ONU puede encontrarse en change.org.
Otro proyecto importante es la publicación de guías prácticas en materia de seguridad. En colaboración con AIIC y FIT, hemos redactado la Guía práctica en zonas de conflicto para traductores/intérpretes civiles y los que emplean sus servicios, que se publicó en 2012 y se tradujo a varios idiomas; también se citó como referencia, por ejemplo, en un manual de despliegue del ejército británico, así como en otras publicaciones.
¿Cómo pueden ayudar a Red T las demás asociaciones?
Para empezar, la unión hace la fuerza. Por lo tanto, cuantas más asociaciones se sumen a nuestro cometido, más se oirá nuestra voz. Por ejemplo, nuestra última carta abierta al presidente francés, Emmanuel Macron, obtuvo el respaldo de 15 organizaciones. Por cierto, como FIT es una de las asociaciones principales de nuestra coalición, Asetrad ha formado parte de nuestras cartas desde 2012. Más allá de esto, las asociaciones pueden ayudar a mantener viva la protección de traductores e intérpretes en sus boletines informativos, canales en redes sociales y congresos, como lo haréis en el congreso de celebración de vuestro xv aniversario en Zaragoza. De hecho, cuanto más ayude una asociación a sensibilizar sobre la situación en su región/país, mucho mejor. Y no estoy hablando únicamente de llegar a traductores e intérpretes; también debemos ponernos en contacto con personas ajenas a la comunidad lingüística: el mundo necesita saber que no puede funcionar sin nosotros y que nuestra seguridad es la seguridad de todos.
También debemos ponernos en contacto con personas ajenas a la comunidad lingüística: el mundo necesita saber que no puede funcionar sin nosotros y que nuestra seguridad es la seguridad de todos.
¿Cómo pueden colaborar nuestros socios con Red T?
Sería estupendo que todos los socios de Asetrad firmaran la petición de nuestra coalición, que insta a las Naciones Unidas a emitir una resolución para la protección de los traductores e intérpretes civiles en situaciones de conflicto. Tal y como he citado antes, podréis encontrar esta petición en change.org buscando «protect translators»; también podéis difundir nuestra labor para con nuestros colegas en situación de riesgo a través de las redes sociales, para lo cual podéis seguir nuestras cuentas de Facebook y Twitter (@TheRedT) y continuar participando como voluntarios (contact@red-t.org).
¿Qué significa para Red T ser nombrada socia de honor de Asetrad?
En primer lugar, estoy muy agradecida por el nombramiento como socio de honor. Como sabes, Red T es una organización integrada completamente por voluntarios, lo que significa que este nombramiento pertenece a nuestros voluntarios, que con tanta generosidad dedican su tiempo y recursos a nuestra causa. También significa que la sensibilización está surtiendo efecto y que nuestra comunidad se está uniendo para transmitir nuestra solidaridad hacia los miembros más vulnerables de nuestro ámbito. ¡Y eso es maravilloso!
Traducido al español por Jordi Batlle Casas.
María Galán
María es licenciada en Traducción e Interpretación por la Universidad Autónoma de Madrid y cursó el Máster Universitario en Comunicación Intercultural, Interpretación y Traducción en los Servicios Públicos de la Universidad de Alcalá. Traductora-intérprete jurada de inglés, trabaja por cuenta propia para diferentes empresas y organismos públicos.
Defensora acérrima del asociacionismo y asetradera hasta la médula, como ella misma se define, María entró a formar parte de la Junta Directiva de Asetrad en 2013 y, tras pasar por la Vocalía de Formación y la Vocalía de Prácticas Universitarias, ocupa actualmente el cargo de presidenta de Asetrad y de representante de la asociación ante la Oficina de Interpretación de Lenguas, el Ayuntamiento de Madrid, la Federación Internacional de Traductores (FIT) y la Red Vértice.