La historia de la Tierra está grabada en las rocas y, a lo largo de los años, los geólogos y los profesionales de otras ciencias afines se han esforzado por conocer, a través de su estudio, gran parte de lo que ha acontecido en nuestro planeta desde su formación. En esta búsqueda juega un papel fundamental el tiempo, y si hay algún documento que recoja como ningún otro la relación entre el espacio y el tiempo en la historia de la Tierra, esa es la tabla cronoestratigráfica. En este artículo se presenta la terminología relacionada con ella, en español e inglés, y algunas peculiaridades que se deben tener en cuenta en su traducción.
1. Introducción
Como bien sabe todo traductor que se haya enfrentado a textos especializados, cualquier área de conocimiento presenta una gran variedad de campos y subcampos de muy diversa índole, y la geología no es ninguna excepción: mineralogía, paleontología, geofísica, petrología, etc. Cada uno de estos campos tiene una terminología específica, parte de ella compartida con otras áreas hermanas y parte completamente propia. Así, es probable que no haya muchos términos comunes entre, por ejemplo, un texto de paleontología de vertebrados y otro de ingeniería geológica.
Hay una constante que un traductor se encontrará siempre a la hora de enfrentarse a un texto geológico de cualquier tipo: el tiempo.
Sin embargo, hay una constante que un traductor se encontrará siempre a la hora de enfrentarse a un texto geológico de cualquier tipo: el tiempo. En esta disciplina, pocas veces veremos un artículo científico, libro de divulgación o informe técnico que no haga referencia a la época de los materiales que se están analizando. Toda roca, fósil o proceso geológico de una región viene determinado por la época a la que pertenece y, a través del estudio de estos materiales, se pueden establecer las características propias de ese tiempo en ese espacio en particular. También ocurre lo contrario: el conocer la época de un terreno determinado de antemano nos proporciona un marco previo que ayuda a saber qué cabe esperar de él. Por ejemplo, en la prospección de petróleo, la época de los materiales de la región de estudio marca ya un punto de partida esencial para una búsqueda eficaz de dicho recurso, pues este se formó fundamentalmente en la era Mesozoica, en determinados ambientes ricos en materia orgánica.
Desde hace ya algunos años, la estructura del tiempo geológico viene recogida en la tabla cronoestratigráfica internacional (International Chronostratigraphic Chart), que constituye su marco de referencia y que recoge todas las divisiones estandarizadas y consensuadas internacionalmente para datar materiales, procesos y eventos, fruto de años de homogeneización y de debate sobre su representatividad a nivel global.
2. La tabla cronoestratigráfica internacional
La tabla cronoestratigráfica es la escala de tiempo geológico elaborada por la Comisión Internacional de Estratigrafía.
La tabla cronoestratigráfica es la escala de tiempo geológico (geologic time scale) elaborada por la Comisión Internacional de Estratigrafía (International Commission on Stratigraphy, ICS), perteneciente a la Unión Internacional de Ciencias Geológicas (International Union of Geological Sciences, IUGS). Este documento, redactado originalmente en inglés, está disponible en dieciséis idiomas, incluidos el castellano, el catalán y el euskera, así como el español de América, cuyas traducciones han corrido a cargo de diferentes instituciones geológicas como el IGME, el ICGC o el SGC. Todas sus versiones y actualizaciones (quince desde el año 2008) están disponibles de manera gratuita en la web https://stratigraphy.org/chart.
Abarca un lapso de tiempo que comienza hace 4600 millones de años —cuando se estima que se empezó a formar la Tierra— y que llega hasta nuestros días, y está organizada en forma de escala vertical ascendente —el elemento superior es más reciente que el elemento inferior—. Las divisiones del tiempo se encuentran organizadas en cinco columnas y, de derecha a izquierda, representan periodos de tiempo cada vez más reducidos, por lo que el término de la izquierda engloba a los de la derecha. Su apariencia, en su última versión en castellano, es la siguiente:
En el encabezado de esta escala de colores tan vistosos —que también se utilizan como referencia internacional para el código de color de los mapas geológicos— se pueden observar tres tipos de elementos: las diferentes divisiones y subdivisiones del tiempo geológico, los GSSP (secciones estratotipo y puntos de límite global) y la edad absoluta de las divisiones.
El elemento más importante de la tabla, constituido por las cinco columnas de divisiones y subdivisiones, consta de cinco pares de términos.
El elemento más importante, constituido por las cinco columnas de divisiones y subdivisiones, consta de cinco pares de términos. Con cada uno de estos pares la tabla estandariza dos conceptos: el primer término del par se refiere a los cuerpos de rocas que representa un espacio de tiempo determinado —denominadas «unidades cronoestratigráficas» (chronostratigraphic units)— y el segundo término se refiere a las propias divisiones del tiempo geológico —denominadas «unidades geocronológicas» (geochronologic units)—. A modo de ejemplo, en el par eonotema/eón, el eonotema es la unidad cronoestratigráfica y el eón, la geocronológica.
En la siguiente tabla se resumen las diferentes unidades y sus terminaciones en español e inglés, en orden descendente de importancia, junto con algunos ejemplos de cada unidad:
U. geocronológica (Geochronological u.) | U. cronoestratigráfica (Chronostratigraphic u.) | Sufijos y denominaciones | Ejemplos |
---|---|---|---|
Eón (Eon) | Eonotema (Eonothem) | -zoico excepto Arcaico (-zoic) | Fanerozoico (Phanerozoic) |
Era (Era) | Eratema (Erathem) | -zoico excepto en Arcaico (-zoic) | Mesozoico (Mesozoic) |
Periodo (Period) | Sistema (System) | -ico (-ceous, -ic, -an) -ario (-ary) -ero (-erous) -geno (-gene) | Cretácico (Cretaceous) Jurásico (Jurassic) Pérmico (Permian) Cuaternario (Quaternary) Carbonífero (Carboniferous) |
Época (Epoch) | Serie (Series) | -ceno (-cene) -ense (-ian) -ico (-ian) Superior, medio, inferior (Upper, Middle, Lower) | Plioceno (Pliocene) Guadalupiense (Guadalupian) Pensilvánico (Pennsylvanian) Cretácico inferior (Lower Cretaceous) |
Edad (Age) | Piso (Stage) | -ense (-ian) Piso | Campaniense (Campanian) Piso 2 (Stage 2) |
Los niveles intermedios, a nivel de periodo y época, presentan la mayor variación en los sufijos, lo que puede resultar más problemático para su traducción.
Como se puede observar, los niveles intermedios, a nivel de periodo y época, presentan la mayor variación en los sufijos, lo que puede resultar más problemático para su traducción, pues las terminaciones en inglés y en español no siempre tienen la misma equivalencia. Sin embargo, en el resto de las unidades encontramos una homogeneidad bastante general, tanto en las unidades más grandes (eones, eras) como en la más pequeña (edades), lo que facilita una traducción bastante directa.
Cabe destacar que, aunque en la escala se hace esa distinción entre los dos tipos de unidades mencionadas, los términos que las definen para todas las divisiones son idénticos para ambas. Así, el eonotema fanerozoico es también el eón fanerozoico. No obstante, existe una pequeña excepción que se debe tener muy en cuenta: en el nivel de época/serie (epoch/series) la tabla presenta los términos «superior», «medio» e «inferior», en inglés Upper, Middle y Lower respectivamente. En el caso del inglés, esta terminología solo se debe aplicar en las unidades cronoestratigráficas, mientras que para las geocronológicas se debe usar Late, Middle y Early. El español también hace una distinción parecida, con «tardío» y «temprano», poco utilizado en castellano, pero relativamente común en América. No obstante, lo más frecuente es utilizar para todas las unidades «superior» e «inferior».
A medida que se retrocede hacia los orígenes de la Tierra, se tiene menos registro de roca —y a menudo de poca calidad para poder estudiarlo—.
En la última sección de la escala, la que se corresponde con los intervalos de tiempo más antiguos, el número de divisiones es menor, ya que a medida que se retrocede hacia los orígenes de la Tierra, se tiene menos registro de roca —y a menudo de poca calidad para poder estudiarlo— debido a que la tectónica y el resto de las dinámicas han hecho su trabajo. La tabla se queda en cuatro columnas, y una de ellas es considerada informal por la ICS (se incluye en la escala a título representativo, pero no tiene consideración oficial). Este el caso del Precámbrico (Precambrian), considerado un «supereón» que abarca el eón Proterozoico (Proterozoic), cuyas divisiones solo llegan a nivel de periodo, y el Arcaico (Archean), que se queda a nivel de era. Antes que ellos, ya en los comienzos, se encuentra el también informal eón Hádico (Hadean), un término que originalmente se utilizó para definir el periodo de tiempo anterior a las primeras rocas conocidas, aunque actualmente ya se ha encontrado registro de roca en él, y que no presenta división alguna. El acertado nombre de Hádico, que hace referencia al dios griego Hades, da una pista del infierno que debió de ser aquello.
Excepto para el Arcaico, las eras y eones formales se basan en el tipo de vida que las caracterizaba, de ahí el sufijo -zoico.
Y siguiendo con la etimología, ¿de dónde provienen todos estos nombres? Como ocurre en el caso del Hádico, la denominación de los eones y las eras procede del griego, incluido el Arcaico (‘relativo al origen’). Excepto para este último eón, las eras y eones formales se basan en el tipo de vida que las caracterizaba, de ahí el sufijo -zoico. Así, en el Fanerozoico (Phanerozoic) —literalmente, ‘vida visible, evidente’— se produjo la explosión de la vida compleja en la Tierra. A su vez, este eón está dividido en tres eras: el Paleozoico (Paleozoic, ‘vida antigua’), el Mesozoico (Mesozoic, ‘vida intermedia’) y el Cenozoico (Cenozoic, ‘vida nueva’).
Estas tres denominaciones se deben a que los límites de estas eras vienen marcados por dos extinciones masivas que reconfiguraron el panorama de la vida en la Tierra. La primera es la mayor extinción ocurrida en la Tierra, la del límite Pérmico-Triásico (Permian-Triassic boundary), conocida también como la Gran Mortandad (The Great Dying), pues se estima que el 90 % de todas las especies perecieron en ella, lo que dio pasó a la época de los grandes reptiles. La segunda, y probablemente más conocida, es la del límite Cretácico-Paleógeno (Cretaceous-Paleogene boundary), en la que se extinguieron el 75 % de las especies, incluidos los propios dinosaurios, que, al dejar su nicho vacante, permitieron el desarrollo de los grandes mamíferos.
A partir de los sistemas (systems), los nombres de las unidades empiezan a estar basados fundamentalmente en los lugares o formaciones considerados representativos de ese lapso (Jurásico/Jurassic, por el macizo del Jura), una tendencia cada vez más pronunciada a medida que las divisiones son más pequeñas, hasta que, en los pisos (stages), se convierte en la norma (Pragiense/Pragian, por la ciudad de Praga; Moscoviense/Moscovian, por Moscú).
El segundo elemento que aparece en el encabezado de la tabla son los denominados GSSP, que vienen representados en ella por el símbolo del clavo dorado.
El segundo elemento que aparece en el encabezado de la tabla son los denominados GSSP, que vienen representados en ella por el símbolo del clavo dorado (Golden spike). Los GSSP (sección estratotipo y punto de límite global/Global Stratotype Section and Boundary Point) son secciones estratigráficas (la representación vertical de los diferentes estratos geológicos que componen un terreno en una localización concreta) que se utilizan como referencia internacional para definir los límites inferiores (lower boundaries) de los pisos, por considerarse representativos. El símbolo del clavo dorado que se muestra en la tabla proviene de que, al conceder a una sección estratigráfica la denominación de GSSP, se coloca un clavo dorado en el lugar de esta sección.
En España, por ejemplo, tenemos cinco GSSP reconocidos: el Aaleniense (Aalenian) en Fuentelsaz (Guadalajara), el Santoniense (Santonian) en Olazagutía (Navarra), el Luteciense (Lutetian) en Gorrondatxe (Vizcaya) y dos, el Selandiense (Selandian) y el Thanetiense (Thanetian), en el que es probablemente el enclave más conocido de todos, tanto por su belleza como por su importancia geológica: la sección de Zumaia (Guipúzcoa).
En la tabla no se especifica dónde está ubicado cada uno de estos GSSP; sin embargo, se puede encontrar el listado completo, en inglés, en su misma página web. Todavía existen límites que no tienen GSSP, en especial en el Precámbrico, donde solo se ha definido el Ediacárico. Del Ediacárico hacia abajo, en lugar de a los GSSP se hace referencia a las GSSA (Global Standard Stratigraphic Age, edad estratigráfica global estándar), representadas en la tabla por relojes.
El tercer elemento que encontramos en la tabla es la edad numérica absoluta, expresada en millones de años.
Por último, el tercer elemento que encontramos en la tabla es la edad numérica absoluta (absolute numerical age), expresada en millones de años (abreviado Ma), que representa, como los GSSP, los límites entre pisos. Al ser un elemento numérico, ofrece poca dificultad lingüística. Sin embargo, sí que cabe destacar la particularidad de que en inglés también está expresada en Ma, pues ambos idiomas utilizan la abreviatura en latín (Mega Annum). Cuando se expresa por completo, sí que se utiliza million years y es poco frecuente el uso en latín, aunque también se puede ver en la literatura científica.
3. Algunos aspectos que tener en cuenta
Como se puede observar de todo lo expuesto anteriormente, la traducción de estos términos es bastante directa y en principio no presenta muchos problemas. Sin embargo, se deben tener en cuenta algunos aspectos, como la evolución de los términos a lo largo del tiempo, las escalas regionales o la variedad del idioma.
La tabla cronoestratigráfica es fruto de años de evolución y consenso, y como tal, por el camino se han quedado términos que han sido utilizados de forma generalizada hasta un determinado momento.
Como se ha mencionado en la introducción, la tabla cronoestratigráfica es fruto de años de evolución y consenso, y como tal, por el camino se han quedado términos que han sido utilizados de forma generalizada hasta un determinado momento. Así, si estamos traduciendo un documento de cierta antigüedad, podemos encontrarnos un término que no figure en la tabla cronoestratigráfica. El caso más importante son las eras, que en principio eran conocidas como Primaria, Secundaria y Terciaria (Primary, Secondary, Tertiary), pero que han sido sustituidas por los actuales Paleozoico, Mesozoico y Cenozoico (en este último caso, sin el Cuaternario). Este hecho es de especial relevancia para la era Terciaria, ya que ha quedado obsoleta recientemente y se pueden encontrar numerosas publicaciones que continúan utilizándola hoy en día. Un ejemplo son los mapas de la SERIE MAGNA del IGME, los mapas geológicos de referencia en España, que fueron realizados entre 1972 y 2003, y cuyas leyendas continúan presentando el Terciario. Otros términos obsoletos que, aunque admitidos por la RAE, es preferible evitar son términos como el Cambriano, Siluriano o Devoniano, pero que se pueden encontrar en publicaciones antiguas.
También puede ocurrir que encontremos en un texto actual un término que no aparezca en la tabla cronoestratigráfica internacional por otra razón, y es que este haga referencia a otras escalas de carácter regional o local. Estas escalas regionales son muy numerosas, debido a que existe una gran variedad de series estratigráficas que en distintas partes del mundo son características de un periodo. Es el caso del Mioceno en Europa Occidental, que presenta una nomenclatura propia, ya que se basa en las cuencas y fauna terrestres —con términos como Turoliense y Aragoniense—, mientras que en la tabla cronoestratigráfica internacional se corresponde con ambientes marinos.
Es importante tener en cuenta la variedad del español a la que se está traduciendo, ya que el español de América sigue una nomenclatura distinta.
Por último, es importante tener en cuenta la variedad del español a la que se está traduciendo, ya que el español de América sigue una nomenclatura distinta que, aunque no es muy diferente de la variedad de España, se debe respetar en la traducción. En la variedad americana las terminaciones son mucho más homogéneas. A nivel de eón, era y sistema, los términos de ambos son idénticos, mientras que a partir de las épocas hay dos diferencias muy significativas: la más importante es que todos los sufijos que se han expuestos para el español de España se simplifican en la versión americana a un único sufijo -iano (p. ej., Cisuraliano frente a Cisuraliense), sufijo que en la variante española no se utiliza en ningún caso. La segunda diferencia, más anecdótica, consiste en que existen dos series que cambian completamente su grafía, el español de España adaptándola a la suya propia y el de América respetando la del término original (Pennsylvaniano frente a Pensilvánico y Mississippiano frente a Misisípico).
Bibliografía
Cohen, K. M.; Harper, D. A. T.; Gibbard, P. L. ICS International Chronostratigraphic Chart 2020/03. International Commission on Stratigraphy, 2020 [fecha de consulta: 15 de enero de 2020].
Raquel Fuertes Ortega
Raquel Fuertes Ortega (Madrid, 1987) es licenciada en Geología y máster en Ingeniería Geológica y Geotecnia por la Universidad Complutense de Madrid, además de filóloga, y ha tenido la suerte de poder combinar sus dos vocaciones a través de los textos científicos. Desde 2012 se dedica a la traducción de documentos científicos y técnicos de muy diversa índole en sus campos de especialización, desde el inglés, italiano y francés, así como a la corrección del mismo tipo de textos.