18 abril 2024
Inicio > Número 24 > Aviación y meteorología, la traducción de una relación simbiótica

Aviación y meteorología, la traducción de una relación simbiótica

Es evidente que el propósito fundamental de los miles de aviones y avionetas que surcan nuestros cielos a diario es el transporte de bienes y pasajeros, pero no todo el mundo sabe que los sensores y los ordenadores de a bordo también se aprovechan para obtener información meteorológica de gran valor durante las distintas fases del vuelo. Dicha información se comparte a nivel mundial tanto con los servicios meteorológicos nacionales como con otras compañías aéreas con el fin de mejorar la seguridad de las operaciones aeronáuticas. Debido al carácter rígidamente normalizado de estos datos, es importante que los traductores no solo estén familiarizados con los conceptos meteorológicos, sino que también sean conscientes de la importancia de respetar la fraseología aeronáutica.

No todo el mundo sabe que los sensores y los ordenadores de a bordo también se aprovechan para obtener información meteorológica de gran valor durante las distintas fases del vuelo.

Nuestra historia está marcada por las vicisitudes meteorológicas y climatológicas. Desde la más remota antigüedad, la humanidad ha estudiado con atención los cielos para conocer las condiciones meteorológicas presentes e intentar pronosticar el tiempo y el clima futuros. No en vano, la supervivencia de los asentamientos humanos ha estado ligada indisolublemente a la existencia de unas condiciones favorables, mientras que un tiempo adverso podía suponer la desaparición de poblados enteros a consecuencia de la destrucción de las infraestructuras o como resultado del hambre y las enfermedades después de una temporada de malas cosechas. Ante la imposibilidad de controlar la meteorología, no es de extrañar que un tiempo benévolo prolongado se considerase la mayor prueba del favor de los dioses, mientras que los fenómenos meteorológicos extremos (extreme weather events) —como las olas de calor y de frío (heat and cold waves), las lluvias intensas (heavy rains), las sequías (droughts) y los vientos huracanados (storm winds)— solían achacarse a su ira y enfado.

Actualmente, nuestra prosperidad sigue dependiendo del clima y la meteorología del planeta.

Actualmente, nuestra prosperidad sigue dependiendo del clima y la meteorología del planeta. Sigue sin ser buena idea enviar nuestras [aero]naves a luchar contra los elementos, pero gracias a los avances científicos y tecnológicos del último siglo, se han convertido en una herramienta imprescindible para su estudio. Obtener información fiable sobre las variables meteorológicas y climáticas (weather and climate variables) a escala mundial es fundamental para poder mitigar el cambio climático, reducir el riesgo de desastres naturales, gestionar los recursos hídricos y ofrecer unos servicios meteorológicos útiles para la agricultura, el sector de la energía, el medioambiente, la sanidad y el transporte.

Un avión vuela en un cielo encapotado en el que se distinguen tres rayos.
Aeronave atravesando una tormenta

El desarrollo y la popularización de las aeronaves ha supuesto la conquista definitiva del medio aéreo más allá del transporte de pasajeros y mercancías; gracias al uso de aeronaves como plataforma de observación, los meteorólogos ya no solo alzan la vista al cielo, también pueden realizar observaciones «desde» el cielo para obtener información precisa y exacta de las distintas capas de la atmósfera.

La aviación al servicio de la meteorología

El uso de aeronaves para realizar observaciones meteorológicas se remonta a finales de la década de 1910.

El uso de aeronaves para realizar observaciones meteorológicas se remonta a finales de la década de 1910, cuando se instalaron unos instrumentos denominados «meteógrafos» en las alas de los primeros biplanos militares con la finalidad de registrar la presión atmosférica (air pressure), la temperatura y la humedad del aire. Si bien desde 1930-1940 la mayoría de los datos meteorológicos y climatológicos de la atmósfera superior se han obtenido mediante radiosondas a bordo de globos (balloon-borne radiosondes), la aparición de los sistemas modernos de navegación y comunicación a partir de la década de 1960 suscitó un interés renovado por el uso de aeronaves para realizar mediciones y notificar datos meteorológicos en altitud.

Actualmente, las observaciones desde aeronaves (aircraft-based observations) constituyen una de las principales fuentes de datos sobre las condiciones atmosféricas. Al principio, esta contribución se limitaba a los llamados «informe de piloto» (pilot report, PIREP), un documento elaborado por el piloto de una aeronave en el que informa sobre las condiciones meteorológicas peligrosas encontradas durante el vuelo. Sin embargo, la evolución de la aviónica y la aparición de sofisticados sensores y ordenadores de a bordo han permitido aprovechar los sistemas e instrumentos propios de las aeronaves para generar de forma automática informes de aeronave (aircraft report, AIREP), también denominados «aeronotificaciones» (air-report). Estos informes contienen información valiosa sobre la posición de la aeronave y las variables meteorológicas medidas, que se transmite en tiempo casi real a través del sistema de comunicaciones de la propia aeronave a los servicios de tránsito aéreo (air traffic services, ATS), los centros mundiales de pronósticos de área (world area forecast centres, WAFC) y las oficinas de vigilancia meteorológica (meteorological watch offices) correspondientes.

La gran ventaja que suponen para la meteorología las observaciones desde aeronaves es el hecho de que los datos se obtienen atendiendo a unas necesidades meteorológicas muy concretas.

La gran ventaja que suponen para la meteorología las observaciones desde aeronaves es el hecho de que los datos se obtienen atendiendo a unas necesidades meteorológicas muy concretas, por lo que los sensores y sistemas de medición de las aeronaves pueden producir datos exactos con una frecuencia de medición muy alta en emplazamientos de gran importancia para las operaciones aeronáuticas, como los aeropuertos. Esto significa que las aeronaves pueden proporcionar un alto nivel de detalle en los perfiles verticales (vertical profiles) de las variables meteorológicas medidas durante las fases de despegue y aterrizaje. Asimismo, las aeronaves también obtienen y transmiten datos meteorológicos de gran calidad durante el vuelo a nivel de crucero (cruising level), lo que permite mejorar las operaciones de vuelo y hacerlas más eficientes y seguras.

La meteorología al servicio de la aviación

La meteorología es uno de los factores más importantes para la gestión del tránsito aéreo (air traffic management, ATM) y contribuye a la mejora de la seguridad y la eficiencia de las operaciones de las compañías aéreas, tanto en tierra como durante distintas fases del vuelo de las aeronaves.

La capacidad de predecir el tiempo constituye una herramienta fundamental a la hora de adoptar decisiones y aplicar medidas que permitan mitigar los riesgos meteorológicos.

Según los datos publicados por la Organización Meteorológica Mundial, tres cuartas partes de las demoras importantes de los vuelos en las regiones con alta densidad de tránsito aéreo están relacionadas con las condiciones meteorológicas, como la convección (convection), la turbulencia (turbulence), el engelamiento (icing), la cizalladura del viento (wind shear), la niebla, la nieve, las tormentas eléctricas (thunderstorms) o los ciclones tropicales, y casi la mitad de los accidentes aéreos se deben a unas condiciones meteorológicas desfavorables. En consecuencia, la capacidad de predecir el tiempo constituye una herramienta fundamental a la hora de adoptar decisiones y aplicar medidas que permitan mitigar los riesgos meteorológicos y anticiparse a cualquier problema a este respecto que pueda afectar a las operaciones aéreas. Por ejemplo, conocer la velocidad y la dirección del viento, así como la intensidad de las turbulencias a diferentes niveles de vuelo, puede ayudar a las compañías aéreas a determinar la ruta más adecuada entre dos aeropuertos para que las aeronaves puedan operar de manera segura pero eficiente desde un punto de vista económico. Otros peligros para la aviación son las erupciones volcánicas y las nubes de cenizas volcánicas (volcanic ash), la calima (haze), las tormentas de arena y polvo (sand and dust storms, SDS), y los fenómenos de meteorología del espacio, como las tormentas solares (sun storms).

Un avión despega.
Aeronave durante la fase de ascenso inicial en un día despejado.

Asimismo, los servicios meteorológicos permiten a las compañías aéreas optimizar sus rutas, lo que se traduce en una reducción de la duración de los vuelos, el consumo de combustible, la contaminación acústica y la huella de carbono (carbon footprint) del sector de la aviación.

Fuentes de información y documentación para traductores

El suministro de observaciones desde aeronaves para fines y aplicaciones relativos a la aviación y la meteorología está regulado por dos organismos especializados de las Naciones Unidas, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), por lo que estos serán las principales fuentes de referencia a la hora de documentarnos y buscar terminología a este respecto.

La OMM ha elaborado recientemente la Guide to Aircraft-based Observations (Guía de observaciones desde aeronaves), cuya traducción al español se publicará próximamente.

La OMM ha elaborado recientemente la Guide to Aircraft-based Observations (Guía de observaciones desde aeronaves), cuya traducción al español se publicará próximamente. En este documento se recogen las prácticas y procedimientos recomendados para la realización de observaciones desde aeronaves, la transmisión de los datos y metadatos desde las aeronaves a las estaciones en tierra, el proceso y codificación de dichos datos, los procedimientos de control y monitoreo de la calidad de los datos, y su posterior difusión a los servicios meteorológicos de cada país a través del Sistema de Información de la OMM (WIS, por sus siglas en inglés).

Por otra parte, el Convenio sobre Aviación Civil Internacional de la OACI, también conocido como el Convenio de Chicago, es el documento normativo más importante del sector aeronáutico. Consta de 4 partes y 19 anexos, y está disponible en los seis idiomas oficiales de la Organización: inglés, francés, español, árabe, ruso y chino. Así, al emprender la traducción de cualquier documento sobre aviación a uno de estos idiomas es muy recomendable que los traductores se ajusten a la terminología empleada por la OACI, ya que con toda probabilidad será lo que esperan encontrar los lectores.

Una de las peculiaridades de los textos sobre aviación es que podemos encontrarnos con la denominada «fraseología aeronáutica» de la OACI.

Una de las peculiaridades de los textos sobre aviación es que podemos encontrarnos con la denominada «fraseología aeronáutica» de la OACI, un lenguaje normalizado cuyo objetivo es que la comunicación entre los controladores de tránsito aéreo y las tripulaciones de las aeronaves sea inequívoca, concisa y eficaz, con el fin de evitar cualquier error de interpretación que pueda dar lugar a un incidente. En consecuencia, aunque existan traducciones alternativas que en otros contextos podrían ser igualmente válidas, la rigidez de las comunicaciones aeronáuticas exige que cualquier traducción a uno de los seis idiomas oficiales de la Organización se ajuste a la fraseología de la OACI.

Ejemplos de fraseología bilingüe de la OACI

Ejemplos extraídos de «Procedimientos para los servicios de navegación aérea. Gestión del tránsito aéreo».
(Doc 4444 ATM/501 de la OACI)

Fraseología ESPhraseologies EN

TIEMPO PRESENTE (detalles)

PRESENT WEATHER (details)

TORRE OBSERVA (información meteorológica)

TOWER OBSERVES (weather information)

PILOTO INFORMA (información meteorológica)

PILOT REPORTS (weather information)

NUBES (cantidad, tipo y altura de la base) o CIELO DESPEJADO

CLOUD (amount, type and height of base) or SKY CLEAR

(tipo de aeronave) NOTIFICÓ (descripción) ENGELAMIENTO (o TURBULENCIA) [DENTRO DE NUBES] (área) (hora)

(aircraft type) REPORTED (description) ICING (or TURBULENCE) [IN CLOUDS] (area) (time)

PISTA (o CALLE DE RODAJE) (número) HÚMEDA [(o MOJADA, ENCHARCADA, INUNDADA (profundidad), o LIMPIA DE NIEVE (longitud y anchura que corresponda), o TRATADA, o CUBIERTA CON PARCHES DE NIEVE SECA (o NIEVE HÚMEDA, o NIEVE COMPACTADA, o NIEVE FUNDENTE, o NIEVE FUNDENTE ENGELADA, o HIELO, o HIELO CUBIERTO o HIELO Y NIEVE o NIEVE ACUMULADA o SURCOS Y ESTRÍAS ENGELADOS)]

RUNWAY (or TAXIWAY) (number) WET [(or DAMP, WATER PATCHES, FLOODED (depth), or SNOW REMOVED (length and width as applicable), or TREATED, or COVERED WITH PATCHES OF DRY SNOW (or WET SNOW, or COMPACTED SNOW, or SLUSH, or FROZEN SLUSH, or ICE, or ICE UNDERNEATH or ICE AND SNOW or SNOWDRIFTS or FROZEN RUTS AND RIDGES)]

VIENTO A (nivel) (número) GRADOS (número) KILÓMETROS POR HORA (o NUDOS)

WIND AT (level) (number) DEGREES (number) KILOMETRES PER HOUR (or KNOTS)

TEMPERATURA [MENOS] (número) (o PUNTO DE ROCÍO [MENOS] (número)

TEMPERATURE [MINUS] (number) (or DEW POINT [minus] (number)

ESTIMADA [dirección del vuelo] (distintivo de llamada de la aeronave) [USANDO TRANSPONDER (código SSR)] (tipo) ESTIMADO (punto significativo) (hora) (nivel) [o DESCENDIENDO DE (nivel) A (nivel)] o [VELOCIDAD (TAS presentada)] (ruta) [OBSERVACIONES]

ESTIMATE [direction of flight] (aircraft call sign) [SQUAWKING (SSR code)] (type) ESTIMATED (significant point) (time) (level) [or DESCENDING FROM (level) TO (level)] or [SPEED (filed TAS)] (route) [REMARKS]

RVSM IMPOSIBLE DEBIDO A TURBULENCIA (o EQUIPO, según corresponda)

UNABLE RVSM DUE TURBULENCE (or EQUIPMENT, as applicable)

TRANSPONDER MAYDAY [CÓDIGO SIETE-SIETE-CERO-CERO]

SQUAWK MAYDAY [CODE SEVEN-SEVEN-ZERO-ZERO]

COMPRUEBE REGLAJE ALTIMÉTRICO Y CONFIRME (nivel)

CHECK ALTIMETER SETTING AND CONFIRM (level)

Bibliografía

Font, I. «La meteorología y la aeronáutica». Revista de Aeronáutica [Madrid], núm. 35 (87) (octubre de 1943), p. 51-55. [Consulta: 09-12 2021].

García Vega, C. «La mitología de la meteorología». En: Boletín de la Asociación Meteorológica Española [Madrid], vol. 2, núm. 33 (segundo semestre de 1981), p. 25-28. [Consulta: 09-12-2021].

Meteosim. «Influencia de la meteorología en la seguridad aérea» [en línea], (27 de mayo de 2019). [Consulta: 09-12-2021].

Organización de Aviación Civil Internacional. Doc. 4444, «Procedimientos para los servicios de navegación aérea: Gestión del tránsito aéreo» [en línea], (2007). [Consulta: 18-03-2022].

Organización de Aviación Civil Internacional. Doc. 9974, «La seguridad de vuelo y las cenizas volcánicas» [en línea], (2012). [Consulta: 09-12-2021].

Organización Meteorológica Mundial. Guide to Aircraft-based Observations [Ginebra], (2017). [Consulta: 09-12-2021].

Organización Meteorológica Mundial. Guía de prácticas climatológicas [Ginebra], (edición de 2018). [Consulta: 16-12-2021].

Organización Meteorológica Mundial. «La meteorología aeronáutica en apoyo a la seguridad y la eficacia de la industria de la aviación» [en línea], (2018). [Consulta: 09-12-2021].

Pérez-Landa, G.; Ciais, P.; Gangoiti, G. y otros. «Mesoscale circulations over complex terrain in the Valencia coastal region, Spain – Part 2: Modeling CO2 transport using idealized surface fluxes». En: Atmospheric Chemistry and Physics, 7 (abril de 2007), pp. 1851-1868. [Consulta: 09-12-2021].

Iris Capilla
Iris Capilla Campomar
+ artículos

Iris Capilla Campomar (Sabadell, 1990) es licenciada en Traducción e Interpretación de inglés y chino por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también cursó estudios de posgrado en Traducción Jurídica. Ha trabajado en Barcelona, Guangzhou, Hong Kong, Pekín y Viena. Apasionada de la ciencia y la tecnología, se dedica principalmente a la traducción de textos científicos y técnicos. Ha traducido para organismos internacionales como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Iris Capilla Campomar
Iris Capilla Campomar
Iris Capilla Campomar (Sabadell, 1990) es licenciada en Traducción e Interpretación de inglés y chino por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también cursó estudios de posgrado en Traducción Jurídica. Ha trabajado en Barcelona, Guangzhou, Hong Kong, Pekín y Viena. Apasionada de la ciencia y la tecnología, se dedica principalmente a la traducción de textos científicos y técnicos. Ha traducido para organismos internacionales como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Redes Sociales

956me gustaMe gusta
10,638seguidoresSeguir

Último número

- Advertisement -spot_img

Artículos relacionados