FILSE, la Federación Española de Intérpretes de Lengua de Signos y Guías-Intérpretes, nace el 1 de abril de 2000 con la misión de representar al conjunto de profesionales de la interpretación de lengua de signos y guía-interpretación. A lo largo de estos veinte años de andadura FILSE ha trabajado por velar por la profesión, dando mayor visibilidad y dignidad a la figura profesional del intérprete de lengua de signos y guía-intérprete y defendiendo sus derechos laborales y profesionales.
FILSE es heredera de la desaparecida Asociación de Intérpretes de Lengua de Signos de España (ILSE), entidad surgida en el año 1990. Para su elaboración se nutrieron del saber de sus colegas de profesión, los intérpretes de lenguas orales, a los que tomaron como referente.
FILSE es heredera de la desaparecida Asociación de Intérpretes de Lengua de Signos de España (ILSE), entidad surgida en el año 1990 y formada por aquellos primeros intérpretes de lengua de signos, principalmente familiares de personas sordas, que ejercían esta labor antes de que se considerase una profesión como tal. De hecho, su papel —y el de la entidad que crearon— fue fundamental para su reconocimiento profesional, fruto del cual surgen las primeras formaciones específicas para intérpretes de lengua de signos y la creación de los primeros documentos base para la profesión, tales como el Código Ético del Intérprete de Lengua de Signos y las pautas para el trabajo en servicios y/o jornadas y congresos.
Llegado el año 1996, a raíz de la proliferación de asociaciones a nivel autonómico y de la propia evolución de la profesión, se hace imprescindible un cambio en la concepción del movimiento asociativo. Como consecuencia, ILSE determina su disolución para ceder su lugar en la representación de la profesión a nivel estatal a FILSE. Esta nueva entidad, heredera de la anterior, nace con la finalidad de servir de aglutinante de las que se van creando a nivel autonómico para ser, de esta manera, su portavoz y el interlocutor ante entidades e instituciones cuyo ámbito de actuación sea principalmente estatal.
FILSE ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades abriendo sus puertas a la afiliación a nivel individual.
A lo largo de estos veinte años de andadura, FILSE ha atravesado varios momentos de transición, adaptándose al devenir de la profesión y reestructurándose según las necesidades de su movimiento asociativo. Es por ello que, tras empezar siendo una entidad vertebrada por asociaciones territoriales, con la progresiva desaparición de estas, FILSE ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades abriendo sus puertas a la afiliación a nivel individual, de manera que en la actualidad acoge a ambos tipos de asociados, profesionales particulares y asociaciones territoriales, que juntos siguen trabajando para mantener vivo ese movimiento asociativo que lucha por la mejora y el reconocimiento de la profesión.
La evolución de nuestro movimiento asociativo a lo que es en la actualidad, así como los cambios sociales y la situación en la que se encuentra nuestra profesión, han hecho que FILSE siga su proceso de adaptación en su manera de proceder y de comunicarse con aquellas y aquellos a quienes representa. Para ello, ha tratado de virar hasta convertirse en una entidad con una estructura más horizontal en la que el trabajo se distribuye entre las diferentes áreas y delegaciones, estas últimas conformadas por socias y socios tanto de la propia entidad como de sus asociaciones miembro. Gracias al esfuerzo y trabajo de las socias y socios, tanto de la propia FILSE como de las asociaciones que la componen, a través de las distintas delegaciones, crecen día a día la presencia, los ámbitos de actuación y la efectividad de las medidas y actuaciones llevadas a cabo por FILSE y hacen que estas se hayan convertido en elementos de cohesión para nuestro movimiento asociativo.
Aunque FILSE ha sabido adaptarse a los tiempos a lo largo de sus veinte años de existencia, sus objetivos siguen siendo los mismos:
- Velar por la profesión; para ello ofrecemos a nuestras asociadas y asociados toda clase de ayuda, información y documentación que pueda serles de interés.
- Organizar cursos de formación y reciclaje; colaborar y fomentar aquellas iniciativas que potencien nuestra profesión.
- Fomentar la participación en el movimiento asociativo con el fin de que la interpretación de lengua de signos y guía-interpretación sea una profesión cada vez más extendida y de mayor calidad.
- Participar en todos aquellos procesos de regulación de nuestra profesión y desarrollar los aspectos normativos que la rigen.
- Conseguir una mayor visibilidad de la figura del intérprete de lengua de signos y del guía-intérprete.
- Defender los derechos laborales y profesionales de las/los intérpretes de lengua de signos y guías-intérpretes, potenciando el reconocimiento de la profesión como categoría laboral.
Estos objetivos sirven de soporte para los cuatro ámbitos de actuación en los que actualmente se articula FILSE en su defensa de la profesión.
Estos objetivos sirven de soporte para los cuatro ámbitos de actuación en los que actualmente se articula FILSE en su defensa de la profesión. En primer lugar, la redefinición de la profesión, que nace de la reflexión del colectivo de profesionales sobre el presente, pasado y futuro de la interpretación de lengua de signos y guía-interpretación, tras detectar un distanciamiento entre la teoría y la práctica de la misma. Por ello, en abril de 2019, con la colaboración de la Universidad Rey Juan Carlos, FILSE organizó el seminario «La interpretación de la lengua de signos y guía-interpretación, una redefinición actualizada: de la teoría a la práctica» como primer paso de este proceso de redefinición, del que se extrajeron unas conclusiones que servirán como guía en los siguientes pasos a seguir.
En segundo lugar, la interferencia de perfiles, que viene lastrando el estatus de nuestra profesión desde hace unos años con la puesta en marcha del ciclo formativo de Técnico Superior en Mediación Comunicativa, cuya normativa reguladora ha generado confusión. Como consecuencia, las entidades contratantes y Administraciones, a la hora de determinar la idoneidad de los perfiles según los puestos de trabajo, tratan como equivalentes ambos perfiles profesionales (intérprete de lengua de signos y guía intérprete y mediador comunicativo), pese a que en la normativa que regula ambas formaciones se puede ver que se trata de profesiones diferentes no sustituibles la una por la otra y mucho menos equivalentes. Por ello, desde FILSE se ha mantenido una postura firme y coherente y se ha trabajado en la realización de documentos, como el «Informe comparativo: Intérprete de Signos y Guía-Intérprete vs. Mediador Comunicativo» realizado en 2016, así como en la interlocución con las Administraciones y la denuncia de las situaciones de interferencia detectadas en el territorio español. Este es un trabajo que, gracias a las asociaciones y delegaciones territoriales, se sigue realizando en todas aquellas situaciones que es necesario.
La cada vez mayor puesta en marcha de servicios de interpretación y guía-interpretación mediante licitaciones públicas ha derivado en un empeoramiento de las condiciones laborales del colectivo de profesionales.
En tercer lugar, y relacionado con el punto anterior, está la lucha contra la precarización de la profesión, puesto que, lamentablemente, la cada vez mayor puesta en marcha de servicios de interpretación y guía-interpretación mediante licitaciones públicas ha derivado en un empeoramiento de las condiciones laborales del colectivo de profesionales, ya que los pliegos de condiciones técnicas y económicas de dichas licitaciones no persiguen la calidad del servicio, sino que únicamente atienden a razones de ventaja económica, lo que afecta a la ejecución del servicio y merma los derechos laborales del colectivo de profesionales.
En cuarto lugar está nuestro movimiento asociativo, que es el pilar que sustenta a FILSE, y por ello estamos en continua reflexión y evolución escuchando las necesidades y demandas de nuestras asociaciones y socias y socios individuales. Porque si queremos que FILSE sea un espacio consolidado, representativo y unido para hacer frente a las situaciones que atraviesa nuestra profesión, queremos y necesitamos que la afiliación sea más activa y que participe en la toma de decisiones. Y es que, como solemos decir en FILSE, #ContigoSomosMásFuertes.
Junta Directiva de FILSE (2018-2022)
Formada por Almudena, Susana, Miguel A., Mayre, Lisa, Mery, Leyre, Pepe y Sara, intérpretes de lengua de signos y guías-intérpretes. Algunos de nosotros somos socios individuales y otros de asociaciones territoriales de Cataluña y el País Vasco. A nivel profesional, desempeñamos nuestra labor en diversos ámbitos como el educativo, sanitario, servicios comunitarios y un amplísimo etcétera.