Los congresos internacionales de corrección de textos (Cicte) son ya una institución entre quienes nos dedicamos a esta profesión. Desde el primero, en Buenos Aires, hasta el séptimo, en Quito, hemos ido tendiendo puentes y trabajando juntos para impulsar nuestra profesión, reflexionar sobre ella y sus procesos y compartir con colegas (que se convierten en amigos) anécdotas y experiencias que nos acercan. En este texto, revisaremos la historia de estos congresos y las tareas que nos plantean.
Una reunión y una llamada
Quienes corregimos textos siempre hallamos la manera de encontrarnos, como si un hilo rojo (¿de qué otro color podría ser?) nos uniera desde los tiempos de los primeros copistas.
Quienes corregimos textos siempre hallamos la manera de encontrarnos, como si un hilo rojo (¿de qué otro color podría ser?) nos uniera desde los tiempos de los primeros copistas. Antonio Martín, de España, siempre ha estado a merced del hilo rojo (o, mejor dicho, del bolígrafo rojo), como buen militante de la corrección de textos e impulsor de una de las primeras asociaciones de profesionales del gremio, la Unión de Correctores (UniCo). En algunos de esos «movimientos militantes» conversó con Ana Lilia Arias en México, quien lleva varios años a cargo de la Asociación Mexicana de Profesionales de la Edición (PEAC), y, como suele ocurrir entre los militantes, encontraron muchos puntos en común.
No estuve en esas conversaciones, pero me imagino de lo que habrán hablado: lo importante que es formar vínculos entre quienes trabajan en la corrección, las dificultades para ser reconocidos en los procesos editoriales, la necesidad de formación, la belleza de nuestras variedades del español, en fin, «lo que callamos los correctores». En estas conversaciones siempre quedaba la «espinita» de organizar algo en conjunto.
Alicia Zorrilla es, en el mundo de la corrección, una de las grandes autoridades, y su Fundación Litterae lleva formando a correctores de textos desde hace décadas.
En 2010, Antonio viajó a Buenos Aires y, gracias a una amiga correctora muy querida (María Ester Capurro), se reunió con la doctora Alicia Zorrilla. Ella es, en el mundo de la corrección, una de las grandes autoridades, y su Fundación Litterae lleva formando a correctores de textos desde hace décadas. En esa reunión con Antonio, él le comentó que sería interesante unir los puntos de militancia que habían surgido en España, México y Argentina. La doctora Zorrilla, totalmente decidida, le pidió en ese momento el teléfono de Ana Lilia, llamó a México y le propuso, sin dudar, que organizaran un congreso en Buenos Aires. Ninguno de nuestros protagonistas titubeó; un sí fue la única respuesta.
El primer Cicte y el Acuerdo de Buenos Aires
Después de aquella reunión en la oficina de la doctora Alicia Zorrilla y la llamada a México, todo ocurrió muy rápido. Invitaron también a Sofía Rodríguez, quien dirigía la recién nacida Asociación de Correctores de Textos del Perú (Ascot). Cada una de las cuatro asociaciones empezó a trabajar con el objetivo de concretar el congreso en Buenos Aires. Fueron muchos los ires y venires, las conversaciones, los acuerdos, las llamadas. Todos sabían muy bien que no solo en sus países había correctores: ya llevábamos tiempo conversando en un foro de internet muchos de nosotros, adonde el hilo rojo nos había llevado. Así, se juntaron al plan colegas de Colombia, Uruguay, Venezuela, cada uno con sus aportes y sus ideas, pero siempre con el mismo fin: impulsar nuestra profesión y formar lazos.
El Primer Congreso Internacional de Corrección de Textos en Español (1Cicte), con el lema «Unidos por un mismo idioma», fue una fiesta y un encuentro maravilloso.
El Primer Congreso Internacional de Corrección de Textos en Español (1Cicte), con el lema «Unidos por un mismo idioma», fue una fiesta y un encuentro maravilloso. Conocer a los colegas de otros países y darnos cuenta de que compartimos las mismas historias, los mismos problemas, los mismos sueños y las mismas esperanzas es sin duda un gran regalo. Los principales objetivos del 1Cicte, que nos siguen guiando de cierta manera, fueron los siguientes:
- Fomentar la unión entre profesionales de la corrección en español.
- Compartir, debatir y unificar criterios, metodología y recursos.
- Demostrar la importancia de la profesión en otros sectores profesionales.
- Promover el trabajo de corrección en los ámbitos tradicionales y en los emergentes.
- Consolidar una imagen internacional del corrector en lengua española.
Mientras el Cicte se llevaba a cabo, los representantes de los países organizadores, además de colegas de Colombia y Uruguay y Venezuela, firmaron el Acuerdo de Buenos Aires.
Mientras el Cicte se llevaba a cabo, los representantes de los países organizadores, además de colegas de Colombia y Uruguay (las dos asociaciones que se formarían ese año) y Venezuela, firmaron el Acuerdo de Buenos Aires. Este es una especie de «documento fundacional» en el que se concreta el apoyo entre asociaciones y se acuerda organizar congresos de corrección de manera periódica. El camino estaba abierto y ya no habría vuelta atrás.
Los Cicte
Como una ambiciosa apuesta, y ya que el primer Cicte nos había llenado de fuerzas, PEAC se ofreció a organizar el segundo encuentro para el año siguiente, 2012, en Guadalajara (México). Para ese encuentro, ya estaban consolidadas, además de las cuatro fundadoras, la Asociación de Correctores de Textos del Ecuador (Acorte), la Asociación Colombiana de Correctores de Textos (Correcta) y la Asociación Uruguaya de Correctores de Estilo (AUCE). La semilla de la asociatividad había dado frutos. Este Cicte se llevó a cabo como una de las actividades de la Feria del Libro de Guadalajara, la más importante de América.
Después del Cicte de México, UniCo tomó la posta y organizó el tercer Cicte en Madrid en 2014, con el lema «Tus palabras son tu imagen». En 2016 nos volvimos a encontrar en Lima, en el 4Cicte, liderado por Ascot. El tema que nos convocó fue «La palabra en la era digital». En este congreso se presentó Profesionales de la Lengua Española Correcta de la Argentina (PLECA). Esta novel asociación y AUCE se hicieron cargo del 5Cicte, en Colonia del Sacramento (Uruguay), en el que nos convocó la reflexión sobre «El corrector, entre el texto y el lector». En este Cicte también tuvimos una sorpresa: la presentación de SEA (Spanish Editors Association), de Estados Unidos.
En cada congreso hemos contado con ponencias que nos llevan a pensar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos, y a plantearnos nuevas maneras de trabajar en equipo.
Desde el Cicte de Buenos Aires, supimos que estos congresos serían cruciales para la corrección de textos en español. De aquí han surgido nuevas formas de mirar y valorar nuestra profesión. En cada congreso hemos contado con ponencias que nos llevan a pensar sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos, y a plantearnos nuevas maneras de trabajar en equipo. Con el paso de los años, y de los Cicte, hemos visto cómo nuestros intereses comunes se consolidan y crecen y cómo van naciendo nuevas asociaciones que pintan un panorama mucho más global.
Además, ya no solo somos colegas, sino amigos. Los abrazos y la emoción son comunes en cada encuentro, el hilo rojo de la corrección sigue deshebrándose. En el Cicte de Colonia del Sacramento, Correcta, de Colombia, tomó la posta para organizar el sexto congreso, pero llegó la pandemia.
La pandemia, una red de apoyo y un congreso virtual
La pandemia llegó para trastocar todo lo que creíamos seguro. Nos hizo plantearnos, en días, nuevas formas de mirar la vida y de afrontar nuestra profesión. Afortunadamente (si podemos usar esta palabra para referirnos a ese tiempo), quienes corregimos ya contábamos con un buen entrenamiento, pues muchos de nosotros trabajamos solos en casa y por nuestra cuenta, en una especie de «cuarentena» elegida. Sin embargo, nos golpeó como a todo el mundo la incertidumbre acerca de cómo trabajaríamos en adelante, la falta y el estancamiento de los proyectos, la distancia patente, entre muchos otros aspectos.
Pese a que desde el Acuerdo de Buenos Aires ya nos habíamos planteado construir alianzas y promover la formación de nuevas asociaciones, no lo habíamos institucionalizado.
Pese a que desde el Acuerdo de Buenos Aires ya nos habíamos planteado construir alianzas y promover la formación de nuevas asociaciones, y los Cicte eran muestra de nuestro compromiso, no lo habíamos institucionalizado. La pandemia nos presentó esta oportunidad. Con el objetivo de conversar acerca de nuestras realidades nacionales y globales y ver qué podíamos plantear desde nuestras asociaciones para que la pandemia no nos golpeara tan fuerte, decidimos juntarnos virtualmente y conversar. Esas reuniones fueron un bálsamo que nos consoló y nos tranquilizó en tiempos inciertos. Vernos, conversar, descubrir que no estábamos solos nos dio la fuerza para seguir y se transformó en una red de apoyo.

El hilo rojo que nos seguía juntando, con el paso de los meses, se concretó en RedACTE, la Red de Asociaciones de Correctores de Textos en Español. RedACTE, fundada en 2020, ha trabajado mucho desde entonces. Aparte de apoyarnos institucionalmente, compartimos oportunidades de formación, actividades y criterios. Además, hemos ampliado el panorama de la corrección. En 2020 se incorporó ConTexto, la Unión Costarricense de Profesionales en Corrección de Textos, y en 2024 recibimos a Asppecto, la Asociación Paceña de Profesionales de la Edición y la Corrección de Textos. Además, contamos con representantes de Honduras, Panamá, Venezuela y Chile.
¿Qué pasó con el sexto Cicte? No fue posible: las restricciones por la pandemia impidieron el encuentro, al menos en persona.
Pero ¿qué pasó con el sexto Cicte? Correcta había conseguido que el Cicte fuera parte, en 2021, de la Feria del Libro de Bogotá, y todos estábamos ansiosos por encontrarnos, sobre todo luego de un tiempo tan complicado. Sin embargo, no fue posible: las restricciones por la pandemia impidieron el encuentro, al menos en persona. Correcta (con el apoyo de RedACTE) decidió organizar un Cicte virtual. De más está decir que este, con el lema «El corrector en tiempos de la autoedición», fue un éxito. Despertó un gran entusiasmo, y fue una gran alegría vernos y compartir tres días de reflexión y de aprendizaje acerca de nuestra profesión. Además, en esta ocasión se dedicó un espacio al español en África, un tema del que poco habíamos conversado.
Cuando el 6Cicte terminó, tomó la posta la Asociación de Correctores de Textos del Ecuador (Acorte). Sabíamos que en el 7Cicte sí íbamos a volver a vernos.
Volver a encontrarnos
Organizar un Cicte no es tarea sencilla. Hacen falta muchas manos y muchas voluntades para que todo salga perfecto. A lo largo de los años, la vara de los Cicte se había ido colocando muy alto. Cada vez la reflexión es más profesional y profunda. Los temas, aunque en muchos casos similares (siempre unos nos preocupan más que otros), cada vez presentan nuevas y retadoras aristas.
Cuando se asignó a Ecuador la organización del 7Cicte, empezamos a tocar puertas para buscar una sede que pudiera acoger este encuentro tan esperado.
Sabíamos que el 7Cicte debía estar a la altura. Cuando su organización se asignó a Ecuador, empezamos a tocar puertas para buscar una sede que pudiera acoger este encuentro tan esperado. Afortunadamente, logramos el apoyo de la Universidad Andina Simón Bolívar, que no solo nos prestó un espacio amplio y luminoso, sino que también albergó a varios de nuestros colegas de RedACTE. Asimismo, recibimos el apoyo de otras instituciones, como la Academia Ecuatoriana de la Lengua, el Municipio de Quito, la Cámara Ecuatoriana del Libro, entre otras. Y contamos, sobre todo, con la colaboración de los miembros de Acorte y de RedACTE.

Así, todo estaba listo para nuestro séptimo Cicte, en noviembre, en Quito. La expectativa era muy grande, sobre todo por volver a vernos. Planteamos como tema principal «La inteligencia artificial: retos profesionales para una nueva era». Nuestra intención era aglutinar, dentro de este tema, aquellas preocupaciones que nos plantea el advenimiento y el avance de la IA para nuestra profesión. Asumimos, sobre todo, que no podíamos verla como un enemigo que nos quitaría nuestro trabajo, sino como una herramienta más para hacerlo de una mejor manera.
En cada una de las charlas magistrales de nuestros invitados se abordó el tema de la IA desde un aspecto distinto.
Para esto, convocamos a invitados internacionales que nos hablaran de estos temas, así como de los avances y las nuevas miradas sobre nuestra profesión. Nos acompañaron Daniel Benchimol, Antonio Martín y Sabela Fernández, de España, y Nuria Gómez-Belart, de Argentina. En cada una de las charlas magistrales de nuestros invitados se abordó el tema de la IA desde un aspecto distinto. En la conferencia «Del lápiz rojo al algoritmo: un nuevo horizonte para la corrección de textos», Nuria nos habló sobre cómo estas nuevas tecnologías implican la necesidad de repensar nuestra profesión, nuestros procesos de trabajo y las relaciones con nuestros clientes. La figura del corrector como un asesor lingüístico estuvo presente como el futuro hacia el que debemos apuntar.
En la misma línea, Antonio Martín nos habló de la «Reinvención de la profesión». La asesoría lingüística volvió a tomar su puesto en el Cicte. Ya no hace falta que «solo» dominemos la técnica; debemos dominar la tecnología. Si no queremos que las IA nos quiten nuestro trabajo, debemos reinventarnos, así de simple. Aquí entran en juego una serie de «habilidades blandas» (o interpersonales) en las que debemos entrenarnos. Es indispensable capacitarnos, aprender a vivir en un mundo donde nuestra profesión es cada vez más global y los aspectos en los que podemos brindar nuestro apoyo son mucho más amplios.
El tema del lenguaje claro rondó estas charlas, pues es urgente trabajar en él e incorporarlo.
El tema del lenguaje claro rondó estas charlas, pues es urgente trabajar en él e incorporarlo. Nuestra labor también debe insertarse en las políticas ciudadanas y nuestro conocimiento contribuye al derecho a entender de la sociedad.

Sabela Fernández, con la charla «Las aplicaciones de la IA para la ayuda a la redacción: el sistema arText Claro», nos presentó está herramienta muy útil para trabajar y clarificar nuestros textos. En esta charla comprendimos cómo podemos poner a la IA de nuestro lado y cómo es de importante que quienes corregimos sepamos guiarla para aportar a la comunidad.
Daniel Benchimol, en su charla magistral «Inteligencia artificial y el futuro de la corrección», nos mostró varios avances de diversas IA y cómo estas nos aportan en la corrección de textos. Se evidenció que tal vez la IA pueda llevar a cabo muchas actividades, como correcciones simples o «barridos», pero, al menos por el momento, no tiene la capacidad para corregir textos complejos y especializados ni para aportar con sentidos diversos a los documentos.
En conclusión, la IA será una amenaza en la medida en que nosotros dejemos que lo sea.
En conclusión, la IA será una amenaza en la medida en que nosotros dejemos que lo sea. Correctores bien formados, capacitados, conscientes y, sobre todo, humanos lograremos que estos avances sean un apoyo y potencien nuestra profesión. Aparte de las charlas magistrales, reflexionamos sobre múltiples temas, como los espacios en los que podemos ofrecer nuestros servicios, la corrección de diversos géneros, los distintos procesos en que nos vemos inmersos, entre muchos otros.
También, como lo esperábamos, el 7Cicte fue la oportunidad de estrechar nuestros lazos. No hay mejor regalo que encontrarse con los amigos de todas partes que comparten la misma pasión, que entienden lo que nos pasa y hacia dónde vamos. Son innumerables las anécdotas que surgen de los Cicte, las conversaciones, las risas, los encuentros, los brindis. Ese «otro» Cicte, el que ocurre fuera de las conferencias y las ponencias, nos llena el alma y hace que siempre queramos organizar uno nuevo.
El 8Cicte será en Perú, organizado por una de las pioneras de estos encuentros, Ascot.
El 8Cicte será en Perú, organizado por una de las pioneras de estos encuentros, Ascot. Contamos los días para que este nuevo encuentro llegue, para ver cómo vamos avanzando, para encontrarnos nuevamente.
Volver al futuro
¿Qué sigue ahora? Apenas sin notarlo, los Cicte se sucedieron uno tras otro. Lo que parecía el ánimo febril de los militantes iniciales se propagó entre todos los miembros de las asociaciones que hoy conforman RedACTE y se convirtió en el siguiente anhelo de todos ellos. Cada Cicte, como vimos antes, supuso sus propios retos, pero también planteó las correspondientes soluciones. Además, colocó la siguiente piedra sobre las previamente asentadas. Hoy, contra toda clase de adversidad y aun contra nuestro tímido optimismo, afrontamos el reto de organizar la octava edición.
Los Cicte, sin duda, han contribuido a que el trabajo que realizamos se perciba como profesional y no como una ocupación complementaria de otras.
¿Qué demostramos con eso? Que los correctores, a través de nuestras asociaciones, nos resistimos a que se invisibilice nuestro trabajo. Que queremos seguir contribuyendo a la calidad de los textos en sus distintas manifestaciones. Que contamos con la suficiente firmeza para sostener un evento serio durante casi 15 años, desde su primera edición en 2011. Que cada vez más instituciones se detienen en nosotros como agentes importantes dentro del circuito editorial. Los Cicte, sin duda, han contribuido a que el trabajo que realizamos se perciba como profesional y no como una ocupación complementaria de otras.
¿Volver al futuro? El octavo Cicte será un volver a empezar en distintos sentidos: no solo porque será la segunda ocasión en que Lima acoja este evento, sino, además, porque Ascot Perú será la primera asociación en organizarlo dos veces, con lo cual se abre quizá la posibilidad de inaugurar una «segunda ronda» en la organización de este congreso tan querido y esperado por todos nosotros. Será un volver a empezar porque, luego de los años transcurridos desde el Acuerdo de Buenos Aires, será la primera vez que el Cicte se coordine con RedACTE, la verdadera materialización de esa alianza, que tiene más cotidianidad de la que aparenta y que se fortalece día a día al amparo de las voluntades de los antiguos y nuevos militantes de esta ya no tan nueva década.
Los años transcurridos y la asociatividad de los gremios nos han permitido intercambiar experiencias y tomar nota de lo necesario para salir airosos y atrevernos cada vez a más.
Será un volver a empezar, pero no un retroceso. Los años transcurridos y la asociatividad de los gremios nos han permitido intercambiar experiencias y tomar nota de lo necesario para salir airosos y atrevernos cada vez a más. El siguiente inicio es una mirada al futuro a partir de las directrices que nos han marcado las siete primeras ediciones y las asociaciones que las lideraron. ¿Qué hay entonces en ese futuro? De inmediato solo esbozamos ideas, pues, consecuentes con nuestro propio trabajo, sabemos que solo las pruebas de imprenta nos ofrecerán una perspectiva confiable del futuro.
Los esperamos en Lima, probablemente en el último trimestre de 2026, con una primavera agradable y los primeros destellos de sol.
Ascot, siguiendo el ejemplo de Acorte, buscará empeñosamente que el 8Cicte tenga también respaldo universitario. Por lo pronto, hay conversaciones preliminares con dos instituciones de comprobado prestigio que nos permiten ser optimistas al respecto y soñar incluso con nuevas adhesiones. Al igual que Correcta, en una sagaz respuesta frente a la adversidad del COVID, seguiremos habilitando la virtualidad del evento, aunque mantendremos su hibridez, pues no renunciamos al (re)encuentro con los viejos y nuevos amigos. Y, por supuesto, el otro Cicte (o para-Cicte) está garantizado. No tenemos ninguna duda de que estas «ediciones paralelas» enriquecen la experiencia y nos permiten acercarnos ya no solo como profesionales, sino —y principalmente— como humanos, como individuos: individuos con nombre, ese nuestro nombre que tantas veces nos niegan en los créditos, pero que en esas ocasiones compartimos a voz en cuello o a pluma en ristre.
Los esperamos en Lima, probablemente en el último trimestre de 2026, con una primavera agradable y los primeros destellos de sol.

María del Pilar Cobo González
Miembro fundadora de la Asociación de Correctores de Textos del Ecuador. Directora de Emepecé Asesoría Lingüística; dicta cursos y talleres de corrección de textos, redacción y lenguaje claro. Correctora de textos y editora externa en varias editoriales. Profesora de Escritura Académica en Flacso-Ecuador y en la Maestría en Edición de la Universidad Andina Simón Bolívar. Licenciada en Comunicación y Literatura. Máster en Lexicografía Hispánica (RAE) y en Edición (Universidad de Salamanca).

Gildo Valero Vega
Licenciado en Lingüística por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, magíster en la misma especialidad por la Pontificia Universidad Católica del Perú, diplomado en Corrección de Textos por la Universidad de Piura y formado en Enseñanza de Español como Lengua Extranjera por la Universidad Ricardo Palma en convenio con el Instituto Cervantes. Es docente de Lengua Española en la Universidad de San Marcos. Se desempeñó como corrector de textos en el área legislativa del Congreso de la República hasta volver a la corrección independiente. Ha colaborado en la elaboración del DiPerú (2015), diccionario de peruanismos de la Academia Peruana de la Lengua, así como en la de los diccionarios virtuales semibilingües de las lenguas yine (2018) y wachiperi (2019), promovidos por el Ministerio de Cultura. Fue presidente de Ascot Perú. Actualmente cursa un máster en la Escuela de Lexicografía Hispánica de la Real Academia Española.