Este es el primero de dos artículos en los que profundizaremos en el perfil de las empleadas de Asetrad.
En cualquier asociación, aparte de los voluntarios que componen la junta y las distintas comisiones, hacen falta manos contratadas que la gestionen en su día a día y que proporcionen asistencia a las personas asociadas. Además, es necesario que alguien sea el primer punto de contacto entre la entidad y el exterior, ya sea de viva voz o por correo electrónico. En Asetrad, desde 2009, esa persona es Celia Palacios, que lo mismo responde por correo a una futura socia, que se ocupa de que la sede esté preparada cuando celebramos una actividad presencial o una reunión de junta, o nos acompaña en un congreso, siempre con una sonrisa. En este número, hemos querido saber un poco más sobre ella y su labor.
Celia, nos hemos acostumbrado a tenerte siempre al pie del cañón, pero ¿cómo llegaste a Asetrad?
Una muy buena amiga, traductora y socia de Asetrad, me comentó que en su asociación estaban buscando un administrativo.
Por aquel entonces, yo cubría una baja en una empresa de ingeniería, ya que la anterior empresa en la que estuve más de tres años quebró con la crisis de 2007. Una muy buena amiga, traductora y socia de Asetrad, me comentó que en su asociación estaban buscando un administrativo, así que envié mi currículo, y me llamó Margaret Clark (por entonces, presidenta de Asetrad) para convocarme a una entrevista y hacer una prueba. Fui un sábado por la mañana al despacho de Gran Vía, y allí estuvieron conmigo Concha Vargas y Margaret Clark. A las dos semanas, aproximadamente, me llamaron para ofrecerme el puesto.
Cuéntanos, ¿cómo era entonces la asociación?
Era pequeñita, formada por alrededor de quinientos socios y no tenía el renombre que tiene ahora. Los procedimientos se iban creando un poco sobre la marcha, según las necesidades que surgían en cada momento. Ha sido muy bonito verla crecer tanto en estos años, ver la proyección que tiene y lo apreciada que es en el ámbito profesional.
Desde que empezaste a trabajar con nosotros, suponemos que habrás asistido a multitud de cambios…
Sí, sobre todo, a cambios en el volumen de personas asociadas y en las actividades que se organizan. Por ejemplo, antes se daba mucha menos formación. En general, veo mucha implicación en los socios y que muchos no solo se limitan a abonar la cuota, sino que también quieren involucrarse. Eso es buenísimo para que la asociación siga creciendo.
Nos gustaría que nos contases en qué consiste tu día a día.
Fundamentalmente, en atender a las personas asociadas, resolver dudas o problemas con las claves de acceso a la web, la admisión de afiliaciones… Además de la atención telefónica y de las cuentas de correo electrónico y de prestar asistencia a la Junta Directiva. Mi principal deber es que las personas que se asocian estén contentas con el servicio que ofrece la asociación y ayudarlas a que accedan a las ventajas que esta pone a su disposición.
Es un perfil de puesto de trabajo muy amplio, que seguramente conlleva retos y dificultades. ¿Cuáles son los principales?
En un principio, quizás el mayor reto fue aprender a trabajar sola.
En un principio, quizás el mayor reto fue aprender a trabajar sola. Cuando entré tenía una compañera, pero apenas coincidíamos en el horario, y eso fue un poco duro. Después, esa circunstancia casi se convirtió en una ventaja, ya que distribuía el trabajo según las prioridades, y la jornada era (y es) muy productiva.
Enfrentarme a los diferentes cambios de junta también ha supuesto siempre alguna dificultad porque eso conlleva adaptarme a las expectativas de cada Junta Directiva y estar a la altura de las circunstancias. Afortunadamente, con esfuerzo y trabajo por ambas partes, nos hemos ido adaptando a los diferentes cambios que ha habido.
¿Qué te gusta más de tu trabajo?
No es para nada un trabajo monótono. En general, todos los trabajos tienen parte de rutina, pero trabajar en Asetrad supone hablar con muchas personas, conocer muchos perfiles distintos y, con el tiempo, a muchas de esas personas a las que he ido conociendo a lo largo de todos estos años incluso las considero amigas. Creo que lo que más me gusta de mi trabajo es sentirme parte de la familia asetradera.
¿Dirías que Asetrad es una buena empleadora?
Todas las juntas han tenido en cuenta mi situación personal en cada momento y me han dado facilidades para que pudiera conciliar con mi familia.
La verdad es que no puedo decir nada malo de la asociación. Asetrad me ha ofrecido una conciliación real, con períodos de teletrabajo, horarios flexibles… Tengo dos niños pequeños, y ese proyecto familiar se me habría hecho muy complicado sin tanta ayuda. En cambio, todas las juntas han tenido en cuenta mi situación personal en cada momento y me han dado facilidades para que pudiera conciliar con mi familia.
Nos alegramos mucho de esas palabras y esperamos que nos sigas acompañando en este proyecto tan bonito. Gracias por compartir tu experiencia con nosotros.
Celia Palacios
Celia es técnica superior en Integración Social y técnica superior en Secretariado de Dirección. También cursó dos años de Relaciones Laborales. Desde 2009 trabaja en Asetrad como administrativa-gestora. Anteriormente, estuvo tres años en una empresa de ingeniería civil como responsable de ofertas internacionales y antes de eso trabajó un año como educadora de apoyo en un colegio, con adolescentes en riesgo de exclusión.
