Desde el pasado mes de diciembre, Asetrad tiene nueva sede. Está situada en la calle Doctor Esquerdo, en el Centro de Negocios Samaná. En él, nuestra asociación cuenta con un pequeño despacho, suficiente para que Celia Palacios trabaje con comodidad, pero también tenemos acceso a una amplia variedad de zonas y servicios comunes. En este artículo, os invitamos a conocerlo un poco mejor.
Se decidió no celebrar una inauguración propiamente dicha, ya que el espacio no se presta a ello.
En diciembre de 2024, Asetrad estrenó nueva sede. Aunque en otras ocasiones eso ha sido motivo de jolgorio asetradero y de inauguración formal, esta vez, según nos explica Rosa Llopis, nuestra nueva presidenta, se decidió no celebrar una inauguración propiamente dicha, ya que el espacio no se presta a ello. Por un lado, el despacho de Asetrad no está pensado para que haya en él más de dos o tres personas a la vez; por otro, una inauguración festiva podría molestar al resto de los ocupantes del centro. Por tanto, a mediados de marzo, me acerqué en representación del equipo de La Linterna, con el objetivo de contaros cómo es el espacio y recabar algunas impresiones de nuestra administrativa gestora, Celia Palacios.

Una sede moderna, funcional y bien comunicada
La zona está muy bien comunicada mediante varias líneas de autobús y metro. Si se va en metro, como hice yo, el centro de negocios está a un minuto de la estación de Sainz de Baranda. Es un barrio rodeado de zonas verdes, muy cerca del Gregorio Marañón (para que os situéis quienes estáis en Madrid).
Por la enorme sonrisa de Celia al mostrarme el lugar, me pareció evidente que está cómoda y que el cambio no solo ha sido positivo para la asociación, sino también para ella.
Una vez dentro, es necesario pedir en recepción que avisen a Celia, lo que suma puntos a favor de la seguridad: si no te conocen, no puedes deambular a solas por el lugar. Guiada por ella, visité primero el despacho, y después dimos una vuelta por las zonas comunes. Lo que vi fue un espacio moderno, luminoso y agradable —incluso tiene salida directa a un parquecito privado—, con unas zonas de uso compartido bien equipadas y un despacho pequeño, funcional y coquetuelo, con mucha luz y unas vistas agradables, tal y como se aprecia en las fotos, y equipado con todo lo necesario para que Celia se sienta cómoda (por ejemplo, microondas y cafetera). Por la enorme sonrisa de Celia al mostrarme el lugar, me pareció evidente que está cómoda y que el cambio no solo ha sido positivo para la asociación, sino también para ella.

Ventajas para Asetrad, la junta y la familia asetradera
Al no estar en el centro de Madrid, se facilita el acceso en coche y encontrar aparcamiento.
Mi anfitriona me puso al tanto de algunos pormenores del funcionamiento del espacio (horarios, prestaciones, etc.). El horario del centro va desde las 8:00 de la mañana hasta las 21:00, por lo que, si hay que realizar un envío por mensajería, Celia lo prepara, llama a la mensajería, lo baja a recepción y la persona que esté allí se ocupa de entregárselo al mensajero, a la hora que sea. De igual forma, cuando llega algo para Asetrad —por ejemplo, un pedido—, no hay que estar pendiente ni preocuparse por el día o la hora a la que llega: el personal del centro se encarga de recibirlo, incluso fuera del horario de atención de Asetrad. Celia nos cuenta que esto último, además de ser muy práctico, le da una gran tranquilidad, ya que ella trabaja en horario de mañana, algunos días teletrabaja, a veces tiene que salir a hacer gestiones para la asociación, y en la antigua sede eso dificultaba la logística (no había nadie para recibir o enviar paquetes fuera del horario de Asetrad). Otra ventaja es que, al no estar en el centro de Madrid, se facilita el acceso en coche y encontrar aparcamiento.
Dado que Celia participó en la búsqueda del nuevo espacio, le hemos preguntado si quiere añadir algo más:
En mi opinión, la mudanza ha sido todo un acierto. El lugar está muy bien comunicado, y creo que podemos dar a los socios todo lo que se necesita, a la vez que ahorramos dinero y no desaprovechamos un espacio que, desde la pandemia, estaba infrautilizado. En cuanto a las zonas comunes, hay una estupenda sala de formación (que se puede configurar de distintas formas), y el contrato incluye seis horas al mes (de lunes a viernes) para utilizarla, lo que es conveniente para celebrar algo presencial, ya sea un curso, una charla o una reunión de la Junta Directiva, aunque el espacio también dispone de una sala de juntas propiamente dicha con capacidad para ocho personas.
Es un barrio amable y bien comunicado. Es tranquilo, bonito, agradable, está a un paso del Retiro y, además, tenemos cerca todos los recursos que podemos necesitar: restaurantes, hoteles…



No menos importante: ventajas para Celia
No obstante, este cambio no solo beneficia a la asociación. Como Celia también forma parte de la familia y es la principal usuaria de la sede, le hemos preguntado cuáles son las ventajas, en lo que a ella se refiere, y nos cuenta lo siguiente:
Principalmente, no estar sola. En realidad, sigo trabajando «sola», aunque muy bien acompañada —en la distancia— por los miembros de la junta. En las zonas comunes, hay un office con servicio de infusiones, hervidor, microondas, nevera, un televisor y unas mesitas para poder hacer un descanso y tomarte algo si así lo quieres. Si prefieres salir, justo al lado del centro hay una cafetería muy agradable con una terracita. En este lugar tengo la oportunidad de interactuar con personas que nada tienen que ver con la traducción, pero que trabajan en el mismo edificio. Comparto con ellas los espacios comunes y no me siento tan aislada.
En cuanto al centro empresarial en sí, te sientes un poco como en casa. La amabilidad de las tres personas que se turnan en recepción hace que la jornada laboral se haga más amena. Además, para mí es una gran ventaja que esté más cerca de casa. Tardo bastante menos que antes en llegar al trabajo, lo que me facilita aún un poco más la conciliación con mi vida familiar y, gracias a que paso menos tiempo en el transporte público, he ganado en calidad de vida.


En resumen, este cambio es un paso racional para Asetrad, que se adapta a los tiempos y a las necesidades del personal, la junta y las personas que la componemos. Si bien la sede de la calle Leganitos fue un acierto en su época y tenía su encanto y sus ventajas (siempre tendrá un lugar en nuestros corazoncitos, y lo digo como exjuntera), creo que la decisión de la junta saliente —que tiene continuidad en el equipo actual— fue muy acertada. Lo importante es seguir buscando la mejor forma de funcionar y de adaptarse a las circunstancias.
¡Que la nueva sede nos dé muchas alegrías!

Isabel Hoyos Seijo
Isabel es traductora del inglés al español y correctora de español de temas científicos y técnicos en general, aunque sus principales especialidades son el marketing y el autismo, ámbito del que lleva traducidos y corregidos un buen número de libros. Socia de Asetrad desde sus inicios, formó parte de la Junta Directiva de Asetrad en el período 2019-2023. Entre 2010 y 2014, fue jefa de redacción de La Linterna, de la que es directora desde enero del 2015.

Celia Palacios
Celia es técnica superior en Integración Social y técnica superior en Secretariado de Dirección. También cursó dos años de Relaciones Laborales. Desde 2009 trabaja en Asetrad como administrativa-gestora. Anteriormente, estuvo tres años en una empresa de ingeniería civil como responsable de ofertas internacionales y, antes de eso, trabajó un año como educadora de apoyo en un colegio, con adolescentes en riesgo de exclusión.