El pasado día 5 de marzo de 2015, la Facultad de Traducción y Documentación de Salamanca acogió por segunda vez consecutiva el ECAN Juvenil, acto en el que se dieron cita escritores, traductores, editores y fans de la literatura juvenil e infantil. Los traductores Manuel de los Reyes y Pilar Ramírez Tello estuvieron presentes en estas interesantes jornadas, el primero en calidad de asistente de a pie y la segunda como invitada, por lo que la siguiente crónica se compone de dos puntos de vista complementarios.
Tras el éxito de la edición inaugural anterior, el Encuentro Cultural Anual de Novela Juvenil regresó el pasado 5 de marzo a la capital salmantina para, a lo largo de una intensa jornada, reunir a distintos profesionales del ámbito de la edición de literatura juvenil e infantil y acercarlos a los seguidores de este tipo de narrativa, un género más en auge que nunca gracias a la popularidad de títulos como El corredor del laberinto, Los juegos del hambre o Cazadores de sombras. El encuentro, que contó con sesiones de mañana y tarde, se dividió en tres grandes mesas cuya heterogeneidad garantizó que los asistentes se llevaran una amplia, pero no por ello menos exhaustiva, impresión de las distintas facetas editoriales relacionadas con este tipo de literatura: escritores, editores y, por supuesto, traductores (con una apabullante representación femenina en todos los casos) se encargaron de exponer en público los entresijos de sus respectivas profesiones en un ambiente siempre distendido, caracterizado por la simpatía y el buen humor de todos los implicados.
Como aperitivo para el ECAN en sí, el día 4 de marzo los alumnos de Deontología en Traducción e Interpretación, asignatura impartida por Carlos Fortea (escritor, traductor y actual presidente de ACE Traductores, además de profesor titular de la Universidad de Salamanca), pudieron disfrutar de las palabras de Manuel de los Reyes, licenciado en esa misma facultad desde el año 2000 e invitado como traductor especialista en literatura de ciencia-ficción y fantasía. En un tono didáctico y cercano, Manuel les habló sobre su trayectoria profesional, sobre las diferencias y similitudes de la traducción de género con respecto a otros textos literarios, como la dificultad en ocasiones de detectar cuándo se desconoce un término concreto por ignorancia o porque la palabra en cuestión sencillamente no existe más que en la imaginación del autor. Pilar, desde el público, da fe de que los alumnos disfrutaron como enanos y se quedaron con ganas de ponerse a traducir a Asimov, por lo menos.
El mismo día 4 por la noche, los organizadores invitaron a todos los participantes en el ECAN a unos aperitivos en la preciosa librería Hydria, donde tuvimos el placer de charlar con nuestros compañeros de profesión Ana Alcaina y Carlos Fortea, además de conocer a escritores de la talla de Jordi Sierra i Fabra (que cuenta con más de 400 libros juveniles publicados), Ángela Armero (también guionista de series como Hospital Central o Velvet), Maite Carranza y Carlota Echevarría, y a editoras como Sara Rodríguez (Oz Editorial) y Marta Vilagout (Destino Infantil & Juvenil). Pilar salió de allí con un autógrafo de Jordi Sierra i Fabra que vale su peso en oro.
En cuanto a las mesas de la tarde, la primera fue un breve repaso a la literatura juvenil publicada en 2014, de la mano de la directora de Destino Infantil & Juvenil y Noguer del Grupo Planeta, Marta Vilagout, la responsable de Oz Editorial, Sara Rodríguez, y el escritor Jordi Sierra i Fabra, moderados por Araceli García Rodríguez, profesora titular de la Universidad de Salamanca. Los participantes afirmaron que la bajada en las ventas experimentada por las editoriales no había afectado tanto a la literatura juvenil y que en España hay menos afición a la lectura entre los jóvenes que en otros países. También se analizó el problema de la piratería.
En la última mesa redonda del ECAN, moderada por Eva Rubio, las escritoras Victoria Álvarez (Lumen, Penguin Random House) y María Jeunet (Suma de letras, Penguin Random House), junto con Maite Malagón, directora de Infantil y Juvenil de Santillana, aportaron su experiencia dentro del mundo editorial y ofrecieron consejos a los aspirantes a escritores.
Como miembro del colectivo de traductores Anuvela©, Ana Alcaina explicó, además, el origen de esta curiosa iniciativa, surgida hace trece años de la necesidad que sienten algunas editoriales por publicar en tiempo récord voluminosos aspirantes a best seller que a un solo traductor le llevaría demasiado tiempo (siempre en opinión de la editorial y atendiendo a las exigencias del mercado) acabar. Pilar, por su parte, corroboró que esta tendencia no ha hecho sino recrudecerse y confesó, por ejemplo, haber dispuesto de plazos de veinte días para traducir volúmenes de más de 300 páginas. Un caso extremo que, de momento, no deja de ser una excepción a la norma, aunque no por ello debería resultarnos, como profesionales de un sector constantemente al borde de la precariedad por lo que a condiciones contractuales respecta, menos preocupante.
Sin duda, un interés especial debió de suscitar en los futuros traductores que se contaban entre el público el repaso que ambas hicieron de sus primeros pasos en el mundo laboral, los encargos de sus comienzos, y las primeras alegrías y sinsabores que habría de depararles la profesión. Interés que se manifestaría a la postre en una apasionante rueda de preguntas y respuestas en la que se trataron temas tales como el «planchado» del original (bien por imposición editorial, bien por volición propia) por lo que a cuestiones estilísticas o comerciales respecta y la idoneidad de traducir determinados nombres, tanto comunes como propios, de cara al mercado hispanohablante. Muchas y muy interesantes cuestiones que, de haberse tratado en el marco de una convención exclusivamente profesional, a buen seguro habrían dado lugar a extensos y apasionantes debates. Por último, ante la inevitable curiosidad del público por saber de dónde había salido la palabra sinsajo, ave emblemática de Los juegos del hambre, una previsora Pilar puso sobre la mesa la (a estas alturas ya tradicional) chuleta que llevaba preparada de casa en un gesto con el que terminó de meterse al público en el bolsillo, contribuyendo así a cerrar esta mesa dedicada a la traducción de LIJ en el mejor de los ambientes posibles.
Después del ECAN propiamente dicho, la guinda del pastel fue la recepción en el Ayuntamiento de Salamanca, donde tuvimos la suerte de disfrutar de las vistas desde el balcón, algo que no ocurre todos los días. A continuación, bares, tapas y charla de la mejor calidad. Porque, aparte de las mesas redondas, de lo mucho que disfrutamos escuchando a tantos expertos en sus respectivas materias, lo mejor del II ECAN Juvenil han sido, sin duda, los momentos compartidos en bares y cafeterías, como debe ser. Entre los traductores hablamos de lo que se mueve estos días por el sector editorial, incluidas la bajada de tarifas de Penguin Random House y las necesarias medidas de protesta iniciadas por ACE Traductores. Con las guionistas, de un montón de aspectos relacionados con su profesión de los que no teníamos ni idea. Con los escritores y las editoras, de libros, libros y más libros… Mención especial para las dotes organizativas de los dos principales responsables del encuentro, Eva Rubio y Carlos Fortea, los cuales estuvieron presentes en todo momento a lo largo de la jornada, tanto entre el público como en calidad de moderadores durante las distintas ponencias.
En resumen, un encuentro muy especial repleto de buenos momentos, con una organización impecable, unos estudiantes de Traducción muy implicados (sobre todo los encargados del programa de radio Don de Lenguas, que nos entrevistaron a todos), unas mesas redondas sin desperdicio y una ciudad tan bonita que daba pena marcharse.