El pasado mes de mayo, la Dirección General de Traducción de la Comisión Europea publicó una licitación para la subcontratación de las necesidades de traducción externa de los próximos cuatro años. Se trata de un volumen ingente (cinco millones de palabras al año para la combinación inglés-español), que tendrá gran repercusión en el mercado de la traducción. Asetrad ha analizado con cierta exhaustividad sus condiciones y ha preparado algunas recomendaciones para los traductores que trabajen, o quieran trabajar, en el mercado institucional.
Hace dos números, nuestra presidenta, María Galán, hablaba en esta misma tribuna de nuestros quince años (ahora dieciséis) de andadura desde la fundación de Asetrad. Esa trayectoria nos trae nuevas obligaciones y nos abre nuevos caminos que estamos aprendiendo a recorrer. Asetrad es una asociación que ha crecido muy deprisa y la gestión de ese crecimiento absorbe todavía muchos esfuerzos, pero poco a poco vamos reforzando nuestra estructura con la ayuda de cada junta directiva, de las personas que trabajan en las comisiones y de todos los socios.
Si queremos prepararnos para estar a la altura de la asociación que seremos dentro de quince años más, no podemos descuidar otros cometidos.
Sin embargo, si queremos prepararnos para estar a la altura de la asociación que seremos dentro de quince años más, no podemos descuidar otros cometidos. Uno de ellos es la vigilancia constante del mercado y la firme defensa de las profesiones de traductor, intérprete y corrector en sus relaciones con la administración, los clientes y los intermediarios. En este terreno podemos situar nuestros contactos periódicos con la Oficina de Interpretación de Lenguas, los ayuntamientos, comunidades autónomas y ministerios, los institutos culturales de otros países y las instituciones de la Unión Europea, así como con otras asociaciones tanto de España (a través de Red Vértice) como de Europa y del resto del mundo a través de nuestra membresía de la FIT.
Asetrad viene manteniendo contactos formales e informales con las instancias que se ocupan de la traducción en las instituciones de la Unión Europea. También cooperamos regularmente con la delegación de la Comisión en Madrid, que organiza con frecuencia actividades relacionadas con nuestro gremio. En sus instalaciones presentamos CalPro en su primera versión, hemos intervenido en diferentes mesas redondas en las jornadas que se organizan cada dos años y ponemos especial interés en que haya una representación de Asetrad en cada una de sus actividades. Además, enviamos representantes a la cita Translating Europe que se celebra todos los años en Bruselas.
Una de nuestras preocupaciones principales es el seguimiento de todo lo que tiene que ver con las licitaciones, especialmente las del mercado institucional, las subcontratas y las relaciones de intermediación, así como la percepción que las distintas administraciones tienen de nuestras profesiones. La comisión de Relaciones Institucionales, en contacto estrecho con la Presidencia y la Vicepresidencia de Asetrad y bajo su supervisión directa, presta su ayuda a la Junta Directiva en estos ámbitos.
Cuando la Dirección General de Traducción (DGT) de la Comisión Europea anunció la licitación TRAD19, (…) consideramos prioritario ofrecer a nuestros socios un análisis de sus características.
La Comisión Europea es una de las instituciones que mayor cantidad de trabajo genera en nuestro sector a escala europea, y las condiciones en las que se desarrolla ese trabajo pueden tener una gran incidencia en el mercado. Por todo ello, cuando la Dirección General de Traducción (DGT) de la Comisión Europea anunció la licitación TRAD19, que regirá en los próximos cuatro años la subcontratación a terceros de un volumen muy importante de las necesidades de traducción de este organismo, consideramos prioritario ofrecer a nuestros socios un análisis de sus características. Ya teníamos alguna experiencia en este terreno, pues el Parlamento Europeo nos solicitó en 2017 un informe sobre el mercado de la traducción en España, así como nuestra opinión sobre los procesos de subcontratación de traducciones, especialmente en un contexto institucional.
Esta labor incluyó la participación de un representante de Asetrad en la reunión informativa que se celebró en la delegación en Madrid de la Comisión, un análisis de los documentos de la licitación (especificaciones, requisitos, preguntas y respuestas), el envío de preguntas adicionales para aclarar determinados conceptos y una reunión con los responsables de la DGT que se desplazaron a Madrid para mantener contactos con todas las partes interesadas en la licitación.
El estudio resultante es fruto del esfuerzo de los miembros de la comisión de Relaciones Institucionales, la Junta Directiva de Asetrad y todos los compañeros, socios o no, que nos han ayudado aportando información, contactos, ánimos, sugerencias y críticas. Además, lo acompañamos con un comunicado en español, inglés y francés para darle una difusión más amplia en toda Europa. Somos conscientes de que en los próximos cuatro años muchos traductores y revisores participarán en esta contrata y va en interés de todos que lo hagan en la mejor situación posible. Por esta razón, hemos incluido en nuestro estudio una serie de recomendaciones que pueden ayudar a los traductores y revisores interesados a negociar en mejores condiciones.
Consideramos que la denuncia no es suficiente: es necesario llegar más lejos y alzar nuestra voz en todos los foros, ofreciendo a las instituciones, a los clientes, a los intermediarios, a los profesionales nuestra perspectiva.
Con este trabajo, Asetrad da un paso más en su papel de asociación que defiende los derechos de intérpretes, correctores y traductores. Además, consideramos que la denuncia no es suficiente: es necesario llegar más lejos y alzar nuestra voz en todos los foros, ofreciendo a las instituciones, a los clientes, a los intermediarios, a los profesionales nuestra perspectiva, que es, ni más ni menos, la de un profesional autónomo que desea trabajar en condiciones dignas.
Debemos ser realistas: es una tarea compleja. Primero, porque no es un trabajo voluntario ordinario: es necesario mantener un nivel de información muy alto, lo que requiere poner en marcha los observatorios necesarios (solo en España se convocan al año cerca de doscientas licitaciones relacionadas con la traducción o la interpretación), conocer al dedillo la legislación pertinente, establecer y alimentar los contactos adecuados, tanto formales como informales. Segundo, porque tampoco es fácil dar con expertos profesionales que cuenten con conocimientos teóricos y prácticos sobre este tipo de temas, incluso disponiendo de los medios económicos necesarios, pues es un campo sin demasiados precedentes.
La posición de Asetrad respecto a la TRAD19 está clara: pensamos que la licitación es una oportunidad perdida de reducir el desequilibrio entre los contratistas de primer nivel y los subcontratistas.
En cualquier caso, y volviendo al tema principal de esta tribuna, la posición de Asetrad respecto a la TRAD19 está clara: pensamos que la licitación es una oportunidad perdida de reducir el desequilibrio entre los contratistas de primer nivel y los subcontratistas, es decir, entre las agencias de traducción y los profesionales independientes. Al concentrar hasta ese punto el mercado, dejando todo el volumen en manos de un solo contratista por combinación, se nos hurta toda capacidad de negociación, pues a fin de cuentas todos los traductores y revisores tendrán que trabajar en los términos que determine quien obtenga la licitación.
Esa no es la vía para lograr un mercado más justo, pero tampoco lo es para aumentar la calidad de las traducciones pues, ya lo sabemos por el mercado de la traducción y la interpretación judicial, la concentración solo lleva a una caída de los precios tal que los profesionales más cualificados acaban huyendo hacia mercados mejor remunerados en cuanto tienen la oportunidad de hacerlo. Hemos perdido cuatro años, pero esperamos que el trabajo de Asetrad sirva de base para una reflexión de cara a futuras licitaciones, tanto en la Unión Europea como en otras administraciones.
En el momento en que se publique este número la licitación estará cerrada y puede que incluso ya sepamos cuál ha sido la agencia que se ha llevado el único contrato al español, para un volumen de cinco millones de palabras al año, pues está previsto que las ofertas se analicen a lo largo del mes de septiembre. Por eso, nuestra labor tampoco termina aquí: es necesario permanecer en la brecha y estar atentos para denunciar cualquier posible incumplimiento o abuso. Contamos para ello con todos los compañeros que participen en la contrata, pero también nos ponemos a su disposición.
La concentración solo lleva a una caída de los precios tal que los profesionales más cualificados acaban huyendo hacia mercados mejor remunerados en cuanto tienen la oportunidad de hacerlo.
Muchos traductores se habrán presentado con una o más agencias, con la idea de desarrollar su labor en un mercado muy especializado, complejo, exigente y de alta cualificación. Esperamos que este informe les haya sido útil; que nuestra labor haya servido para que puedan enfrentarse a esta licitación mejor informados y con las ideas más claras, pero también para que las instituciones europeas escuchen la voz de los profesionales, la voz de Asetrad.
Alicia Martorell
Es traductora, pero antes ha sido otras cosas, casi todas relacionadas con el lenguaje. Y en traducción ha tocado muchos palos, pero siempre prefiere los textos que hay que labrar despacito y con mucho tiento.